Durante 70 minutos, el Atlético se agarró a la Liga. Gripó la maquinaria ofensiva del Barça y le castigó al contragolpe con tantos de Julián Alvarez y Sorloth. No se rindió el Barça, pese a la desventaja de dos goles, y en 20 minutos de arreón logró una reacción de equipo con hechuras de campeón. Cargó el área de Oblak y el gol de Lewandowski, el de Lamine y los dos de Ferran Torres mandaron a la lona a un Atlético que resistió y golpeó mientras le duró el fuelle. Tuvo el Atlético el empuje esperado de una hinchada que se presentó en el Metropolitano con las heridas y la indignación por el penalti invalidado a Julián Alvarez en el euroderbi. Del graderío emergió la consciencia de tener que alentar a un equipo tocado que necesitaba al menos no perder para seguir vivo en la Liga. Ahora está a cuatro puntos, con el Barcelona pendiente de su partido aplazado con Osasuna y la diferencia de goles particular ganada gracias al cuarto gol de Ferran.

2

Jan Oblak, Reinildo, Clément Lenglet, Marcos Llorente, Robin Le Normand, Samuel Lino (Conor Gallagher, min. 59), Giuliano Simeone (José María Giménez, min. 78), Rodrigo De Paul (Nahuel Molina, min. 78), Pablo Barrios, Antoine Griezmann (Rodrigo Riquelme, min. 85) y Julián Alvarez (Alexander Sørloth, min. 59)

4

Wojciech Szczesny, Iñigo Martínez, Pau Cubarsí, Jules Koundé (Ronald Araujo, min. 85), Alejandro Balde (Gerard Martín, min. 85), Dani Olmo (Ferran Torres, min. 66), Lamine Yamal, Raphinha, Pedri (Gavi, min. 93), Marc Casadó (Eric García, min. 66) y Robert Lewandowski

Goles
1-0 min. 44: Julián Álvarez. 2-0 min. 69: Sörloth. 2-1 min. 71: Lewandowski. 2-2 min. 77: Ferrán Torres. 2-3 min. 91: Lamine Yamal. 2-4 min. 97: Ferrán Torres

Arbitro Ricardo de Burgos Bengoetxea

Tarjetas amarillas
Koundé (min. 25), Reinildo Mandava (min. 35), Alex Balde (min. 63), Lamine Yamal (min. 92)

Exprimido físicamente el Atlético, Simeone dejó fuera a Giménez y a Gallagher respecto a los que jugaron de inicio el miércoles. La suplencia del central charrúa respondió a las cargas de minutos y la del inglés a una búsqueda de un equipo más profundo y ancho con Lino, una vez que Reinildo se mantuvo en el once. Como sucedió con Rodrygo, a Galán le ha pasado factura lo que le hizo Lamine en la Copa. Flick opuso una alineación con Casadó por De Jong, al que una indisposición le sacó hasta del banquillo.Se descorcharon ambos equipos en su ley. El Atlético enseñando que le tiene cogido el aire a la trampa del fuera de juego con cambios de orientación. El Barça nucleándose alrededor de Pedri, con Olmo amenazante en la mediapunta y Lamine cintureando a Reinildo. Puede que sea Olmo el mejor jugador que tira paredes y ve y resuelve el juego en el lugar más complicado, la frontal del área. Allí le dibujó un pase a Lamine que le citó con Oblak. El exceso de rosca dirigió la pelota a un palmo del poste.Un aviso madrugador. El último en mucho tiempo. Se encasquilló el Barça ante otra gran versión del Atlético de cómo cerrar espacios por dentro y por fuera. Una cancela sofisticada y gremial que acaba por narcotizar a sus rivales. La paciencia para buscar rendijas termina por derivar en una infinidad de toques de paso lento que hacen todavía más complejo desarbolar al Atlético. Todo un remedio para desactivar a Lamine, que Raphinha no existiera o que Pedri y Olmo no trascendieran por mucho que amasaran la pelota. Ya padeció algo similar el Madrid y lo vivió el Barça de Flick. El inane control de los azulgrana trataron de sacárselo de encima los rojiblancos con las solitarias aventuras de Julián Alvarez contra el mundo o las carreras a todo pulmón de Giuliano, Reinildo y Lino de las que el Atlético arañó unos cuantos saques de esquina. Oxígeno para no vivir sobre la cornisa de Oblak.Enmarañado y pastoso, el Barça apenas registró un cabezazo de Lewandowski y otro disparo alto del polaco en el único despiste de la defensa rojiblanca antes de ser castigado por una jugada tan simple como vertical y dañina. Una patada larga de Oblak la peinó Reinildo y la corrió Griezmann al espacio con Koundé superado. El francés tiró de clase para ponerle la pelota a Giuliano, que generoso cedió a Julián Alvarez para que éste marcara a placer con Szczesny vencido. Una estocada dolorosa para el Barça porque asomaba el descanso. El conjunto de Flick se había empachado de pelota y tuvo que digerir que en solo cuatro toques el Atlético le desarmara.Con un gol de ventaja, el paisaje no mutó. El Barça continuó sin destaparle una fisura al Atlético, que empezaba a boquear por el esfuerzo del miércoles. Simeone lo detectó y ordenó la retirada de Lino y de Julián Alvarez. El cambio del argentino chirrió porque es esa clase de jugador al que se echa de menos. Prefirió mantener Simeone a Griezmann y le salió bien porque el francés armó el contragolpe que terminó por empujar Sorloth. El técnico explicó en sala de prensa que su goleador había pasado un proceso febril y molestias estomacales. El segundo tanto parecía una distancia insalvable, pero el fútbol es caprichoso. No pudo el Barça hacer daño con el toque y lo hizo con centros al área. Lewandowski cazó uno, se revolvió y batió a Oblak. Ferran Torres cabeceó otro y Lamine embocó un disparo lejano que entró tras tocar en Reinildo. Ferran Torres terminó por rematar a un Atlético que cierra una semana cruel.

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