Los comerciantes, vendedores ambulantes y trabajadoras sexuales de la zona del sector de La 38, Bosa, Kennedy y otras localidades del Centro y Sur de Bogotá están con el agua al cuello por el régimen de extorsión impuesto por el ‘Tren de Aragua’. Una explosión en el barrio María Paz por la activación de una granada, en septiembre pasado, dejó al descubierto las amenazas de muerte que se terminan cumpliendo para quienes se atrasan o no logran pagar la vacuna. Durante una audiencia de medida de aseguramiento en contra de trece miembros de esta banda criminal, que sentó las bases de la ‘Plaza Colombia’ en Bogotá, y extendió sus tentáculos a otros países del continente como Chile, la Fiscalía develó un engranaje criminal de extorsiones, venta de drogas y homicidios con el cual lograron imponerse en el mundo del hampa.Alias Osmer otrora jefe de sicarios, fue capturado hace más de dos años pero aún desde la cárcel seguía llevando el control de la red de extorsión. Varias de las víctimas denunciaron que seguían recibiendo llamadas a su nombre amenazando y presionando el pago. ‘Osmer’ es uno de los hombres de confianza de ‘Niño Guerrero’, el jefe de la banda transnacional, y de alias Giovanny, su mano derecha. Alias Franchesca, también capturada, fue nombrada en la audiencia como otro de los ‘altos mandos’ de la organización. La mujer heredó de alias ‘Ratón’ el control de las rentas ilegales en la capital, enfocadas en la extorsión y la venta de estupefacientes, de la que tienen el monopolio criminal. ‘Franchesca’ presuntamente tenía ‘vacunadas’ a las trabajadoras sexuales que se encuentran entre las calles 38 Sur y 41 Sur, a quienes les pedía un promedio de 100.000 pesos mensuales para dejarlas atender a sus clientes. De hecho, según lo denunciaron estas mujeres, el ataque de granada en María Paz habría sido en retaliación por la mora en los pagos. Otro de los ‘duros’, quien también está tras las rejas desde finales del año pasado, es alias Bellaco, señalado de ayudar a dirigir la estructura de sicarios y extorsionistas. Estos tenían la orden de expulsar de la zona a los comerciantes que no cedieran a sus exigencias, amenazar a sus familias o ejercer violencia extrema.Durante la audiencia se revelaron testimonios de testigos que explicaron la jerarquía delincuencial. “…La mano derecha acá en Colombia es ‘Don Giovany’ o ‘El Viejo’; ellos dos están en Venezuela. Luego sigue ‘Chaou’. Este sujeto también es quien mueve las armas de fuego y los estupefacientes. Además, es sicario y la mano derecha de ‘Ratón’. Se dedica a las extorsiones”.”¿Tiene usted conocimiento de los homicidios ocurridos en el sector de la Calle 38, en la localidad de Kennedy?”, preguntó el investigador. “Sí. Cuando mataron a la señora Marina, conocida como ‘La Señora’, el responsable fue alias ‘Cachorro’ o ‘Santa Fe’. El otro homicidio fue el del señor de los limones, cometido por ‘Shaquil’, donde una mujer le pasó la pistola para matarlo…”La dinámica criminal de las extorsionesPero además de los cabecillas que ya habían salido a la luz por los resultados de los operativos que dieron con su captura, la Fiscalía expuso a los subalternos, quienes eran los encargados de imponer el régimen de terror en las calles. “Es importante resaltar la coordinación que existe dentro de la organización, ya que relegan en los mandos secundarios la continuidad de las actividades delictivas: venta de estupefacientes, extorsiones y homicidios”, expuso el ente acusador en la audiencia. Los alias que salen a relucir en este listado son: alias Chacón, ‘Zancudo’, ‘Shakil’, ‘Betania’, ‘Ambar’, ‘Leonel’, ‘Parra’, ‘Manuel’, ‘Junior’, ‘Betania’, ‘La paisa’, ‘Pelón’ y ‘San Vicente’. Además, informó la Fiscalía, están intentando ampliar su zona de injerencia y apoderarse también de la localidad de Bosa, donde envían a su gente de confianza como alias Neneco y ‘Steven’ para pactar reglas y repartir la ‘torta’ con las otras organizaciones que están en esas localidades.Un juez de control de garantías dictó medida de aseguramiento contra las 13 personas, capturadas hace una semana en un operativo en la localidad de Ciudad Bolívar, en Bogotá.”Es evidente la eficacia y el buen control que realizan los cabecillas hacia sus trabajadores de menor rango dentro de la organización”, enfatizó la Fiscalía. Estos presuntos delincuentes rasos son quienes se encargan de cobrar y recaudar el dinero producto de las extorsiones. Posteriormente, estos envíos se realizan, al parecer, a través de billeteras virtuales como Nequi.”Las investigaciones adelantadas por la Fiscalía General de la Nación han evidenciado que la mayoría de los pagos a los números Nequi proporcionados por los líderes de la organización se realizan los días lunes. Esto coincide con lo manifestado por las víctimas, quienes afirman que ese día se recauda el dinero producto de las ventas ilegales y de la extorsión a negocios, meseros y trabajadoras sexuales, además del abastecimiento de bares con sustancias estupefacientes”, detallaron en la audienciaSara Valentina Quevedo DelgadoRedacción Justicia