Pese a haberlo previsto como un espaldarazo a Alberto Núñez Feijóo, el congreso del Partido Popular Europeo (PPE) que se celebra en Valencia la próxima semana se ha convertido en una convención incómoda y plagada de riesgos para el PP. El líder del PP ejerce de anfitrión de los populares europeos en la ciudad mediterránea en un momento de máxima tensión en la UE por la guerra arancelaria de Donald Trump y los conflictos en Gaza y en Ucrania. Pero no son esos desafíos a gran escala, sino un asunto doméstico el que amenaza con empañar el congreso. El evento corre el riesgo de resultar opacado por las protestas de las víctimas de la dana en la que murieron 228 personas hace justo seis meses y por la engorrosa presencia del máximo responsable político de la emergencia, el presidente Carlos Mazón. El desconcierto recorre al PPE, donde algunos dirigentes creen que haber mantenido el congreso en Valencia ha sido “un gran error”. Eurodiputados de ese grupo de otros países preguntan confusos estos días a sus colegas españoles en Bruselas: “¿Pero por qué vamos a Valencia? ¿Y por qué creéis que puede haber problemas? ¿No decíais que la responsable de la dana había sido Teresa Ribera?“. En la capital comunitaria todos se enteraron de la catástrofe porque el PP español se encargó de elevarla a un asunto europeo. El pasado noviembre, poco después de la gota fría, Feijóo dio orden de vetar el nombramiento de la exvicepresidenta de Transición Ecológica, Teresa Ribera, como vicepresidenta primera de la Comisión Europea. El PP buscaba responsabilizar a la política socialista de las inundaciones con el argumento de que los organismos estatales de supervisión no suministraron información suficiente a la Generalitat valenciana, algo que ha desmontado después la jueza de Catarroja (Valencia) que instruye la causa judicial. Feijóo llevó el desafío hasta el final y votó en contra del equipo de Ursula Von der Leyen, del propio PPE, muy enfadado con la alemana porque esta había concedido mucho peso político a Ribera, a la que eligió como su número dos. La tensión fue máxima en aquellos momentos dentro del PPE. Pero la socialista resultó elegida. Ahora, con el relato del PP desarbolado por la jueza de Catarroja, la sombra de la dana estará muy presente en el congreso de los populares europeos. La cita coincide con el aniversario del sexto mes de la tragedia y con la inevitable participación de Carlos Mazón, presidente de la Generalitat valenciana, a quien Feijóo lleva meses evitando, aunque le ha mantenido el apoyo al frente del Govern. Como máxima autoridad local, Génova permitirá intervenir a Mazón en el saludo de bienvenida del congreso ―no más de dos minutos―, pero ha diluido su presencia al hacerle comparecer al mismo nivel que la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, que hará también el saludo inicial. La regidora es para la mayoría en el PP la próxima sucesora del president, y, según el plan de trabajo al que ha accedido EL PAÍS, interviene también en una mesa redonda sobre las regiones en Europa, algo que no hace Mazón. “Es un desastre. Lo mejor es solucionar la presencia de Mazón de la forma más natural posible, porque si no todavía sería peor”, opina un dirigente popular que revela la incomodidad que recorre al partido por la fastidiosa presencia de su barón autonómico.El principal riesgo que planea sobre el congreso son las manifestaciones de los afectados por la dana, que se esperan en los alrededores del cónclave. Génova confía en que la Delegación del Gobierno (en manos del PSOE) haya diseñado un dispositivo que preserve una distancia de seguridad entre las protestas y los líderes europeos que asisten, como la presidenta de la Comisión Europea y otros primeros ministros europeos, entre ellos el canciller alemán Friedrich Merz. “La izquierda es buenísima llenando las calles y malísima metiendo votos en las urnas”, ironizan en la dirección del PP, donde subrayan que, según las encuestas, el PSOE no está recogiendo el desgaste de la crisis de Mazón. El problema salpica también a los mandatarios europeos. Las asociaciones de víctimas de la dana han enviado una carta a Von der Leyen en la que le piden que, aprovechando su presencia en Valencia, exprese una condena pública contra la “negligente” gestión de Mazón y reclame a Feijóo que lo destituya. “Es muy difícil ir a una ciudad en la que la gente ha perdido sus vidas y sus casas en unas inundaciones a celebrar nuestras victorias políticas. Es un gran error”, lamenta un dirigente del PPE. Varios primeros ministros de la familia política popular han cancelado su asistencia, entre ellos uno de los más relevantes, el polaco Donald Tusk, que ha argumentado razones médicas.González Pons, debilitadoEl congreso de los populares europeos implicará también movimientos orgánicos en el PP español, en los que, según la lectura interna, Esteban González Pons saldrá debilitado. Dolors Montserrat, principal adversaria del político valenciano, con quien apenas se habla, será elegida secretaria general del PPE, el principal cargo por debajo del presidente del partido, Manfred Webber. En compensación con ese ascenso de Montserrat, en el PP se prevé que González Pons la sustituya como jefe de la delegación del PP español en Bruselas, lo que le convertiría también en el portavoz. Sin embargo, fuentes populares estiman que será Montserrat y no González Pons quien intervenga en los debates importantes en la Eurocámara. González Pons todavía perdería más galones con el siguiente movimiento que se baraja en el PP. El de que, según prevén distintas fuentes populares, pierda poco después la vicesecretaría de Política Institucional en la dirección de Feijóo, con el argumento de que debe centrarse en las tareas de Bruselas. La remodelación se espera en el Comité Ejecutivo del PP convocado para el 12 de mayo. González Pons ha ido perdiendo comba en el PP, entre otros motivos, por el error estratégico de que el congreso europeo se celebre en Valencia, un empeño personal suyo como valenciano. En el PP europeo todavía se preguntan por qué los españoles no quisieron cambiar la localización cuando sucedió la tragedia. El debate se abrió en Bruselas, a los pocos días de las inundaciones, pero los populares españoles rechazaron entonces un traslado, confiando en que, para finales de abril, la crisis política habría amainado.No fue así, y a principios de marzo, a solo siete semanas del congreso, el PP español intentó in extremis desplazar el cónclave a Madrid. González Pons fue el encargado de pedirlo en una reunión interna, en la que reconoció ante sus colegas de partido: “Tenemos que sacar el congreso de Valencia y llevarlo a Madrid porque tenemos un problema con Mazón, no sabemos dónde estaba el día de la dana, y aparentemente no estaba donde tenía que estar”. El traslado se intentó entonces, pero con todas las reservas ya pagadas, el sobrecoste del cambio ascendía a más de 300.000 euros, según se estima de puertas adentro, que se pidió que abonara el PP español. Génova rechazó pagar la penalización y los mandatarios europeos desembarcarán, pese a todos los inconvenientes, este martes 29 de abril en Valencia, justo el mismo día que seis meses antes perdieron la vida al menos 227 personas en la peor catástrofe natural de la historia de la comunidad.

El PP europeo teme que las protestas por la dana empañen su congreso en Valencia: “Hacerlo allí ha sido un gran error” | España
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