La novillada celebrada este lunes en la plaza de La Maestranza había estado condicionada hasta una hora antes de la fijada para su comienzo por la recuperación del fluido eléctrico en la plaza de toros. El funcionamiento de la enfermería y el alumbrado del coso eran claves para decidir la celebración del festejo. Empresa y autoridad estuvieron reunidas en las taquillas de la plaza barajando los pros y los contras en medio de un clima de confusión marcado por la dificultad para comunicarse, informarse e incluso para llegar a la plaza por algunos problemas de tráfico. De hecho, a media tarde, una gran parte de la ciudad de Sevilla seguía bajo los efectos del apagón.Más informaciónFinalmente, mientras el público accedía a los tendidos, se anunció por megafonía que el comienzo de la novillada se demoraba 20 minutos sobre las siete de la tarde, que al final fueron 25.Del festejo saldría triunfador el novillero Marco Pérez, que cortó dos orejas. El joven torero charro se había llevado el primer trofeo del novillo que abrió la tarde, un animal potable, obediente y con un punto de exigencia con el que se mostró más bullidor y efectista que verdaderamente profundo en una labor que tuvo la virtud de calar en el público que ocupaba la mitad del aforo de la plaza.Marco Pérez se iba a mostrar mucho más asentado con el tercero de la tarde, un animal mansote y protestón que tuvo cierta movilidad. Fue una faena más madurada, mejor trazada que, de alguna forma, iba a servir de antesala a su trasteo más valioso, el que instrumentó al quinto de la tarde entre el plácet de los aficionados más versados y los profesionales. Al igual que a su primero lo recibió a portagayola, pero lo mejor estaba por llegar en una faena maciza, bien desgranada, de torero asentado y entregado que supo extraer hasta la última de las embestidas tardas de su enemigo. El trasteo, como en un goteo incesante, fue calando en el público que pidió con fuerza la oreja después de un pinchazo y una estocada.Otra oreja iba a cortar Javier Zulueta en una tarde de detalles de gran clase, como las verónicas que instrumentó al segundo de la tarde en el inicio de una lidia de mejores principios que finales por la claudicación de su enemigo. El trofeo se lo iba a llevar del noble cuarto, brindado a su compañero, gracias a una faena de buen tono dictada por ambos pitones. Pero lo mejor iba a llegar en el colofón de su faena, toreando de frente y a pies juntos por naturales, marcando la definitiva intensidad del trasteo. La espada cayó un punto baja pero los pañuelos afloraron y hasta pidieron la segunda oreja. El sexto, manso y deslucido, le obligó a un esfuerzo más sordo pero a pesar de todo le acabó extrayendo naturales de gran mérito.Talavante/Marco Pérez y Javier Zulueta, mano a manoNovillos de Talavante, desigualmente presentados. Los mejores de la tarde fueron los lidiados en primer y cuarto lugar. El segundo resultó remiso y soso; se movió en manso el tercero; aplomado el quinto y manso el sexto.
Marco Pérez: oreja, silencio y oreja.
Javier Zulueta: ovación, oreja y ovación.
Plaza de La Maestranza. 28 de abril. Tercer festejo de la Feria de Abril.  La plaza registró media entrada en tarde primaveral y progresivamente fresca. El festejo comenzó con 25 minutos de retraso por las especiales circunstancias de la jornada.

Shares: