Don José Rodríguez, que ya pasó los 90 años, todavía pregunta por Víctor Manuel y José del Carmen, sus dos hijos desaparecidos en 2002. “Como nada hicieron, tendrán que aparecer”, le dice a Pastor, el menor de los nueve.No sabe que el Juzgado Cuarto Penal del Circuito con Función de Conocimiento de Fusagasugá dictó una sentencia anticipada al exparamilitar Luis Fernando Gómez, alias Ojitos, por este crimen. Tampoco que en esa decisión judicial se vincula al campeón de la Vuelta a España y su vecino de toda la vida, Lucho Herrera.Sus hijos mantienen al ‘viejo’ alejado de la prensa. Acordaron contarle solo cuando los avances de la investigación arrojen pistas certeras sobre la posible ubicación de los cuerpos o el papel de Lucho, quien creció con “la camada” en la vereda Piamonte de Fusagasugá.Finca donde creció Lucho Herrera. Foto:Daniel López/EL TIEMPO.Los testimonios de ‘Ojitos’, ‘Camargo’ y ‘Menudencias’, tres exparas, lo señalan como el presunto autor intelectual de los hechos ocurridos en la noche del 23 de octubre, hace 22 años, cuando hombres con insignias del DAS llegaron en una camioneta a la finca de don José, donde funcionaba una gallera, y se llevaron amarrados a Víctor y José del Carmen. La Hilux 4×4 en la que coinciden las tres versiones, hizo dos paradas más, en las que secuestraron a Gonzalo Guerrero Jiménez y Diuviseldo Torres Vega, campesinos de la finca contigua, a quienes también desaparecieron.“Se generaron muchos rumores. Todos los vecinos tenían una opinión. Era desgastante. A veces llegaban a decir que los habían encontrado, vivos o muertos. Nos hacían ir a Silvania, por ejemplo, y no era cierto. Pasaba casi todos los días”, recuerda Pastor Rodríguez, hermano de Víctor y José.Hasta antes de que los reflectores se posaran sobre la investigación por incluir al primer colombiano campeón de una de las tres grandes vueltas del ciclismo, no se había dado ninguna respuesta a las familias de las víctimas.Hermencia Vega García, madre de Diuviseldo Torres. Foto:Archivo Particular“Apenas ocurrieron los hechos, fuimos al DAS, y solo nos dijeron que no habían sido ellos. Nos pidieron poner la denuncia, y eso hicimos. En una ocasión, pidieron muestras de ADN a mi papá, pero nunca recibimos pistas de los supuestos autores”, agregó Pastor.Su familia se enteró de los autores confesos el día en que les notificaron la sentencia contra alias Ojitos, en la que el Juzgado ordenó compulsar copias a la Fiscalía contra Lucho Herrera.Gómez Flórez declaró el 11 de octubre de 2022 sobre una presunta reunión entre el ciclista y alias Martín Llanos, máximo cabecilla de las Autodefensas Campesinas del Casanare, en la que habrían coordinado el asesinato y la desaparición de las cuatro personas.Según el testimonio del exparamilitar, el motivo que les dio Herrera fue un robo de ganado y un complot con las extintas Farc-EP para secuestrarlo.“Luego se supo que estas personas no eran milicianos de la guerrilla, sino que no quisieron venderle las tierras a Lucho Herrera y que por eso fue que los mandó a recoger”, dijo ‘Ojitos’ durante la indagatoria, en la que también contó que recibieron $ 40 millones de pesos en efectivo por el ‘encargo’.Lucho Herrera, exciclista colombiano. Foto:Archivo EL TIEMPOSin embargo, ni la familia Rodríguez ni la de Diuviseldo Torres Vega fueron contactadas con una oferta de compra. “Nunca Lucho Herrera nos ofreció comprarnos la finca, jamás. Nosotros vivíamos tranquilos, éramos vecinos, nos distinguíamos”, afirmó Hermencia Vega, madre de Diuviseldo.Andrés Fabián Rodríguez, su sobrino, dice que es sorprendente conocer 23 años después que su tío fue desaparecido por paramilitares. “Esperamos que Lucho Herrera no esté involucrado. Está nombrado en el momento, pero pedimos que la justicia haga su papel y que dé con el paradero de mi tío. Y si fue Lucho Herrera, entonces que pague”, sentenció.En julio de 2018, el expara Héctor Díaz Gaitán, alias Camargo, rindió declaración ante la Fiscalía, vinculando no solo al ciclista, sino a su hermano Rafael Herrera.José del Carmen Rodríguez, víctima de desaparición Foto:Archivo“Ese hecho fue porque en ese momento estaba ‘Cascarón’ de financiero, entonces me pide que le colabore con unos hechos que le estaban sucediendo al señor Lucho Herrera y al señor Rafael, que les estaban robando el ganado y amenazando. Yo me dirijo hacia la vereda La Aguadita. El señor Rafael me señala a unos señores que se encontraban en una gallera, donde yo me devuelvo hacia Fusa y llamo a los urbanos. Yo mismo bajo con ellos en una camioneta Hilux color beige, llego a la gallera y me identifico como integrante del DAS”, se lee en la sentencia anticipada contra ‘Ojitos’.Posteriormente, describe el asesinato y la desaparición de los cuatro hombres en los mismos términos que Gómez Flórez y Óscar Andrés Huertas, alias Menudencias, quien rindió su versión días después.“Como las Farc lo secuestró (a Herrera) y le pidió 4.000 millones de pesos, él pudo haber buscado una especie de venganza tomando gente y acusándolos de guerrilleros. Será trabajo de la Fiscalía investigar”, le dijo a este diario el menor de los hermanos Rodríguez.José Rodríguez, el otro hermano desaparecido el 23 de octubre de 2002 Foto:ArchivoEl ‘jardinerito de Fusa’ ha defendido su inocencia y ha denunciado ser víctima de amenazas y extorsiones. “Jamás he pertenecido a organizaciones criminales ni he pretendido causar daño a persona alguna. Mi vida la he dedicado al deporte y, tras mi retiro del ciclismo profesional, a trabajar de forma honesta”, dijo en un comunicado. Agregó que ya se puso a disposición de la Fiscalía (que abrió investigación en su contra) para esclarecer lo ocurrido.Por lo pronto, las familias esperan que el boom mediático contribuya a resolver un crimen que permaneció impune por más de dos décadas y a que se adelanten los trabajos forenses que les permitan, al fin, llorar a sus muertos. “Uno de los exparamilitares dice que los enterraron entre Silvania y La Aguadita (vereda de Fusagasugá). Otro dice que fue en la misma finca de Herrera”, indicó Rodríguez.La Fiscalía ya ordenó a la Policía Judicial recaudar elementos probatorios para ubicar a los desaparecidos, a través de diligencias de exploración y exhumación, y para identificar a los posibles determinadores.Redacción JusticiaJusticia@eltiempo.comMás noticias Justicia:

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