
El ejército de Israel ha escalado este jueves sus acciones en Líbano, donde ha efectuado múltiples bombardeos que se extienden por buena parte del sur del país. Los ataques, especialmente intensos al este de la ciudad libanesa de Tiro, han provocado una víctima mortal y tres heridos, además de causar el cierre de colegios en medio de escenas de pánico.El portavoz de las tropas israelíes en árabe, Avichay Adraee, ha anunciado este jueves por la tarde una nueva ronda de ataques contra lo que asegura que son puntos militares de Hezbolá, partido-milicia libanés al que Israel acusa de estar reconstruyendo su infraestructura en la zona fronteriza en lo que implicaría un incumplimiento de la tregua. En concreto, el portavoz ha difundido 7 comunicados distintos en los que anticipa bombardeos próximos contra varios municipios libaneses. En algunos casos, las notas incluyen mapas con edificios marcados de color rojo, exigiendo a la población civil que se aparte de ellos un mínimo de 500 metros “por su seguridad”. Miembros del ejército libanés, junto al socavón de un ataque israelí en Abbasiyyeh, al sur de Líbano.ALI HANKIR (REUTERS)“El Ejército atacará infraestructura militar de la organización terrorista Hezbolá para contrarrestar los intentos prohibidos de reconstruir sus actividades en la región”, dicen varios de esos mensajes, que nunca incluyen pruebas que justifiquen el fin militar de los ataques. “Quedarse en la zona os pone en peligro”, concluyen las notas.Uno de esos mensajes ha causado una alerta general en toda la región al advertir, sin dar más detalles, que se anunciarían nuevos bombardeos contra el sur de Líbano, un vasto territorio donde residen centenares de miles de personas. Varios municipios señalados en esos comunicados, como Abasiyeh, Tair Deba o Aita el Shab, han registrado embotellamientos inmediatos en las carreteras, con miles de residentes tratando de abandonar la zona a bordo de vehículos incapaces de avanzar.Las vidas de muchos libaneses se habían visto interrumpidas de nuevo desde la mañana, cuando una serie de ataques israelíes entre los municipios de Toura y Maarake -en los aledaños de Tiro, la mayor ciudad del sur de Líbano-, han propiciado el cierre de colegios, con múltiples familias acudiendo a recoger a sus hijos para llevárselos a casa. Los residentes de la región libanesa más cercana a Israel viven su día a día con un ojo puesto en la tensión que transcurre junto a la frontera con Israel. Esa atención se incrementó a partir del 23 de septiembre de 2024, cuando el ejército israelí mató a más de 500 personas en un solo día. Esa masacre fue el inicio de una ofensiva a gran escala que se alargó hasta finales de noviembre del año pasado, cuando se alcanzó un alto el fuego entre Hezbolá e Israel que no ha supuesto el fin de los ataques israelíes sobre Líbano. Equipos de rescate inspeccionan una vivienda dañada por un ataque aéreo israelí en la localidad de Tayr Debba, al sur del Líbano.WAEL HAMZEH (EFE)Las autoridades israelíes alegan de manera repetida que la milicia libanesa se está rearmando en los territorios fronterizos con Israel -algo que contravendría el alto el fuego-, y justifica sus hostilidades argumentando que se ven obligadas a desarmar a Hezbolá por su cuenta. Todo, aseguran, a causa de la supuesta inacción del Gobierno de Líbano, a quien la tregua exhorta a tomar el control sobre el terreno con el despliegue del Ejército regular libanés en detrimento de los combatientes chiíes, quienes, según el acuerdo de alto el fuego, deberían desplazarse hacia el norte del río Litani, a unos 30 kilómetros de la frontera entre los dos países.Durante las últimas semanas, Israel ha dado indicios de prepararse para una nueva confrontación con Hezbolá, que se niega a deshacerse de su arsenal. Las tropas anunciaron y completaron en octubre varios días de maniobras militares a lo largo de la frontera, han incrementado sus ataques aéreos -causando más de 20 víctimas mortales en un mes- y han lanzado incursiones terrestres contra al menos tres municipios libaneses. Aunque el ejército comandado por Eyal Zamir vincule sus acciones con la lucha contra Hezbolá, los soldados judíos actúan de manera frecuente contra infraestructura civil incluso al norte del río Litani. Este jueves, una fábrica de hormigón y un taller de carpintería, según distintas informaciones, han estado entre los objetivos de los proyectiles israelíes. Otros ataques recientes han reducido a escombros un almacén de maquinaria pesada en Msayleh, a 40 kilómetros de Israel, o una fábrica de cemento en Ansar. En ese municipio Israel estableció un campo de detención durante la ocupación de casi dos décadas al final del siglo pasado. Ese fue el período y el contexto en el que nació Hezbolá. Esos ataques se perciben en Líbano como un intento de impedir el regreso a la normalidad del sur de Líbano mientras la milicia chií siga presente en el territorio, así como un esfuerzo para negar la reconstrucción de la zona, donde más de 80.000 personas se mantienen desplazadas tras la guerra del año pasado. Desde la firma de la tregua, Israel ha matado en Líbano a centenares de personas, de las cuales más de 100 son civiles, según ha informado la ONU este mes de noviembre.
Israel lanza una oleada de bombardeos contra Hezbolá en el sur de Líbano | Internacional
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