“Por favor, que cese el fuego, que cese el fuego, es urgente, es de vida o muerte. Estamos con varios magistrados, un buen número de magistrados y de personal subalterno. Pero es indispensable que cese el fuego inmediatamente”. Estas fueron las palabras del presidente de la Corte Suprema de Justicia, Alfonso Reyes Echandía, con las que pidió que cesaran las balas hace 40 años en la toma del Palacio de Justicia y que hoy recoge ‘Memoria de Luz’, una publicación hecha por la Corte Suprema de Justicia para conmemorar la tragedia.Los testimonios de los que quedaronEl libro cuenta con voces como las del actual presidente de la Corte Suprema de Justicia, Octavio Augusto Tejeiro Duque, y el novelista Juan Gabriel Vásquez, que reflexionan sobre la importancia de la búsqueda de la verdad y la no repetición de tan terribles hechos. Más allá de dichas tesis, lo más importante de esta publicación es que recoge los testimonios de los seres queridos de las víctimas: los que quedaron y tuvieron que acostumbrarse a vivir con el dolor y con la ausencia.Alfonso Reyes Echandía, magistradoAlfonso Reyes Echandía Foto:Universidad de Ibagué“Un artesano del derecho. En su trabajo como jurista lideraría el paso de un derecho penal artesanal (…) al desarrollo de unos principios articuladores que conformarían un verdadero sistema penal”. Alfonso y Yesid Reyes, hijos.Gloria Estela Lizarazo Figueroa, empleada de la cafetería:Gloria Estela Lizarazo. Foto:Redes sociales“Bailaba y cantaba tangos y boleros mientras cocinaba, porque la cocina era su manera de dar cariño. Le gustaba salir con nosotros, arreglarse bonita, ponerse tacones y lindas carteras. La recuerdo siempre con una sonrisa”. Diana Ospina, hija.Manuel Gaona, magistradoManuel Gaona, magistrado de la Corte Suprema de Justicia Foto:Archivo“Para algunos, magistrado de la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (…). Para otros, el amigo, profesor, hermano, hijo, esposo, padre y héroe que no todos tuvieron la fortuna de conocer en vida”. Juliana Gaona, hija.Héctor Beltrán, empleado de la cafeteríaHéctor Jaime Beltrán Foto:archivo“Seguimos hablando de ti (…) Tu presencia sigue viva entre nosotros. Habita en tus cosas, pero, sobre todo, en los rostros de tus cuatro hijas: en sus miradas, en la ternura y la fuerza que heredaron de ti” Pilar Navarrete, esposa.Jaime Benítez, jefe de escoltas“Nuestro padre fue un hombre de principios firmes (…) Su amor, su entrega y su memoria nos acompañan. Gracias, papá, por estar presente en cada paso (…) Tu legado es, y será siempre, nuestra mayor fuerza”. Sandra Benítez, hija.Luz Portela, visitanteLuz Mary Portela. Foto:Redes sociales“Una mujer tolimense, trabajadora, amorosa, soñadora (…) Han pasado ya cuarenta años sin ti. Sin tu presencia, con apenas unos restos hallados, pero aún sin verdad, ni justicia”. Rosa Milena Cárdenas, hija.Nury de Piñeres, auxiliar judicial“Han pasado 40 años desde tu partida (…) Las ironías del destino tejieron una historia inesperada: durante la exhumación, 30 años después, en medio de la incertidumbre, conocí a Alejandro, quien hoy es mi esposo”. Giovanna Rosa Soto, hija.Carlos Urán, magistrado auxiliarCarlos Horacio Urán. Foto:Archivo“Fue un hombre antioqueño, con una profunda curiosidad por el mundo y un amor muy grande por su país (…). Se oponía firmemente al militarismo (…) Amaba la música, el teatro, el canto, la amistad y la vida en familia”. Helena Urán, hija.Horacio MontoyaMagistrado Horacio Montoya. Foto:Redes sociales“Se encerraba todas las noches a estudiar (…) Ponía su música preferida: la clásica. A veces, la escuchábamos en medio del silencio de la noche, pues siempre se acostaba muy tarde”. Clara Patricia Montoya, hija.Ana Castiblanco, empleada de la cafeteríaAna Castiblanco. Foto:JEP“Mi madre era una mujer alegre, sencilla y honesta (…) Su ausencia se convirtió en una búsqueda inquebrantable: ¿Dónde está Ana Rosa Castiblanco? ¿Y dónde está el bebé que llevaba en su vientre? Claudia Peña, hija.Gloria Anzola, abogadaGloria Anzola. Foto:Archivo particular“Velaba por la justicia, era abogada. Pero la historia la convirtió en un símbolo de lucha, esperanza y persistencia. Una muestra de cómo la impunidad y la negligencia política mantienen abiertas las heridas de la guerra”. Juan Lanao, hijo.Carlos Medellín, magistradoCarlos Medellín. Foto:Archivo”Su biblioteca conserva su memoria, pero también, la proyecta y la expande. Permite recordarlo como un hombre íntegro (…) y deja escuchar, al final de las tardes, el eco de su voz –serena, firme, entrañable–”. Familia Medellín Becerra.Fabio Calderón, magistradoFabio Calderón. Foto:Redes sociales“Gozó de un gran sentido patriótico. Ejerció sin atenuantes el respeto por la institucionalidad y profesó una reconocida pasión por el estudio y la práctica del derecho”. Sus hijos Constanza, Liliana, Soledad y Camilo Calderón Rivera.Plácido Barrera, conductor“Tu sangre, y la de todos los que allí murieron, no sirvió para alcanzar la paz que sigue distante ya. En estos 40 años no entendemos, y nos preguntamos: ¿qué se necesita para lograr la paz que aún se aleja?”. Myriam Rueda, esposa.Emiro Sandoval, magistrado auxiliarAmelia Mantilla, Emiro Sandoval y su hija Alexandra.  Foto:Archivo“Fuiste un juez íntegro, justo y humano, recordado por tu inteligencia y tu respeto hacia todos (…) Ese camino, aunque duro, nos unió a otras familias víctimas de la misma tragedia”. Alexandra Sandoval, hija.Ricardo Medina, magistradoRicardo Medina, magistrado. Foto:Redes sociales“Persona sencilla, integra, sin ostentaciones materiales. Su gran riqueza fue el amor por la literatura (…) Su partida, donde actuó la sinrazón, fracturó los ánimos”. Su esposa Gladys Rodríguez y sus hijos Italia, Sandra, Ximena y Álvaro Medina Rodríguez.José Gnecco Correa, magistradoJosé Gnecco. Foto:Archivo particular“Se distinguió por su temperamento afable y su alma bondadosa, que escondían su entereza y su recio carácter, de los que hizo gala en los instantes previos a su muerte (…) cuando con sus colegas hizo frente a las graves amenazas del narcotráfico”. Gustavo Gnecco Mendoza, hijo.Pedro Elías Serrano, magistradoPedro Elías Serrano, magistrado. Foto:Archivo“Mi padre era querido, admirado, romántico y humilde. Amaba profundamente a mi madre, y sus gestos de cariño me enseñaron lo que es el amor verdadero (…) Dejaron en mí una huella imborrable”. Carlos Alberto Serrano, hijo.Norma Esguerra Forero, visitanteNorma Esguerra Forero. Foto:Fundación Hasta Encontrarlos.“Ella era mi mamá. No una cifra más en la lista de desaparecidos. Una mujer honesta, decidida, que eligió estudiar Derecho internacional y diplomático con el sueño de defender los derechos humanos”. Deborah Anaya Esguerra, hija.David Suspes Celis, empleado de la cafeteríaDavid Suspes. Foto:Redes sociales“La falta de justicia ha agravado el dolor de su familia, en especial de su madre, Carmen Celis, quien murió sin respuestas. Hoy sus demás familiares seguimos clamando por justicia y esperando la verdad”. Elizabeth López Suspes, sobrina.Luz Amparo Oviedo Bonilla, visitanteLuz Amparo Oviedo. Foto:Archivo“Acudió al Palacio de Justicia a cumplir una cita (…) para hablar sobre su deseo de estudiar Derecho. Soñaba con ejercer esta profesión al servicio de su comunidad y por el bienestar de sus hijos. Nunca regresó”. Damaris Oviedo, hermana.Rosalba Romero López, auxiliar de magistrado de la Corte“Nunca olvidaremos que fuiste una madre excepcional, hermana ejemplar, amiga leal, compañera incansable y amorosa esposa. Nos inspiraste y trazaste un camino que aún seguimos. Te amamos y te amaremos siempre”. Alejandra Romero y familia.Dante Fiorillo Porras, magistrado“Se encontraba en la Clínica Shaio recuperándose de una cirugía intestinal. Desde allí fue testigo, a través de los noticieros, de la irrupción de los tanques en el Palacio de Justicia (…) Su corazón no resistió más: tras sufrir tres infartos, falleció”. Autor desconocido.Bernardo Beltrán Hernández, mesero de la cafeteríaBernardo Beltrán. Foto:Archivo“Tu fotografía está tan cerca de mí, y aun así no alcanza a calmar la ansiedad que dejó tu ausencia. ¡Cuánta falta nos haces, Bernardo! Hoy, a 40 años de tu ausencia, te decimos: por siempre y hasta siempre”. Sandra Beltrán Hernández, hermana.ESTEBAN MEJÍA SERRANOESCUELA DE PERIODISMO MULTIMEDIA EL TIEMPOJUAN PABLO PENAGOS RAMÍREZREDACCIÓN POLÍTICA

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