La única Copa del Mundo que la selección masculina de España exhibe en sus vitrinas se la debe al pie derecho de Andrés Iniesta, un futbolista que acostumbró a los hinchas del Barcelona a levantarse de las gradas con su repertorio de lujos y regates. En las últimas horas, la reputación del centrocampista, retirado en 2024, se ha visto empañada por una acusación que proviene desde Perú. La Fiscalía lo investiga por su supuesto papel en una cadena de estafas a empresarios peruanos por una suma que asciende a 600.000 dólares. En el 2023, Iniesta comunicó a través de las redes sociales que abriría una delegación en Perú de su empresa multinacional Never Say Never (NSN) Barcelona. La compañía NSN Sudamérica SAC contaría con varias líneas de negocio y presencia en países como España, Japón, México y Estados Unidos. “Nos hace mucha ilusión estar presentes en un país como Perú y un continente como Sudamérica para seguir creciendo e impulsando nuestros valores en todo el mundo. Nos encanta la pasión con la que viven los peruanos el deporte”, dijo aquella vez. Más informaciónEn enero de ese año, un grupo de empresarios peruanos y españoles dedicados a la organización de eventos musicales y deportivos constituyeron la empresa NSN Sudamérica S.A.C como filial de la empresa de Andrés Iniesta. Según el expediente fiscal, en un inicio el objetivo comercial consistía en crear escuelas de fútbol en alianza con clubes y gobiernos regionales y, además, llevar a cabo eventos de entretenimiento relacionados con el deporte. El aval de Iniesta era la mejor garantía. El peruano Ricardo Paul Valderrama Rubio y el español Carlos Gómez Pintor, cabezas de NSN Sudamérica S.A.C, buscaron inversores para organizar una serie de acontecimientos de alto impacto. Se asociaron con una empresa denominada Gucho Entertaiment S.A.C. para sacar adelante un partido de leyendas entre las selecciones de España y Perú, un amistoso entre el club Cienciano del Cusco y el club Nacional de Ecuador, así como un festival de K-pop y otro relacionado también con el deporte. Pero según los denunciantes, solo se realizó el Upa Upa Fest, y con cuantiosas pérdidas económicas. De los otros no hubo rastro.“Luego de haberse apropiado de las sumas de dinero que inyectamos a NSN, declararon en quiebra a su empresa, sometiéndola en junio de 2024 a un proceso de liquidación, revelando sus verdaderas intenciones”, se lee en el expediente. Los empresarios de Gucho Entertaiment sostienen que, tanto Valderrama Rubio como Gómez Pintor, actuaron bajo el prestigio de una empresa internacional para conseguir inversiones y apoderarse de dinero ajeno con total impunidad. Con la ventaja, además, de no residir en Perú.En el documento fiscal se remarca que “valiéndose de su prestigio”, Andrés Iniesta “autorizó y respaldó la fundación de NSN Sudamérica S.A.C.”. Los investigadores estudian si el dinero captado en Perú fue transferido a la empresa matriz e insertado a nuevos mercados. El perjuicio económico asciende a 602.500 dólares. Por tal motivo, el Ministerio Público ha iniciado las diligencias preliminares por un plazo de cincuenta días contra Andrés Iniesta, Ricardo Paul Valderrama Rubio y Carlos Gómez Pintor por el presunto delito contra el patrimonio en la modalidad de estafa agravada. Los fiscales deberán determinar la complicidad entre los tres implicados, quienes aparentemente eran socios. El equipo de trabajo de Andrés Iniesta respondió ante las imputaciones con un comunicado donde niegan rotundamente las acusaciones y lamentan que “estas informaciones se hayan publicado malintencionadamente con el objetivo de aprovechar la imagen de un personaje público”. “Confiamos que la justicia peruana aclare muy pronto esta situación. Nos reservamos el derecho a interponer las acciones pertinentes en la defensa de nuestro trabajo y nuestro honor, rogando, además, el máximo rigor en todas las informaciones que se publiquen referentes a este caso”, señalan. En otro apartado se detalla que en el 2024, Carlos Gómez Pintor, gerente de NSN Sudamérica, solicitó un préstamo para la realización de un partido amistoso entre el Sporting Cristal de Perú y el Barcelona de Ecuador, que se celebró el 20 de enero de aquel año, en Miami. Se le acusa de no haber devuelto un monto que supera los 81.000 dólares. Cinco meses después del evento, NSN Sudamérica S.A.C entró en proceso de liquidación Los acreedores enviaron una carta notarial en octubre del año pasado a España, denunciando que hasta la fecha no ha habido ninguna acción de pago.

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