El Valencia Basket logró una valiosa victoria ante el Real Madrid (89-76), uno de sus enemigos íntimos y un rival al que ha desbancado de los puestos de playoff en la Euroliga. El equipo de Pedro Martínez triunfó esta vez gracias a su defensa, con un trabajo muy serio de sus jugadores ante dos de los faros del equipo blanco: Facu Campazzo y Edy Tavares.El Valencia Basket y el Real Madrid se echaron un pulso con dos estilos diferentes. El equipo de Pedro Martínez avanza por los partidos a rachas, muchas veces impulsadas por su acierto en el tiro de tres (41% frente al 25% blanco al descanso), y el de Sergio Scariolo ofrece un aspecto más clásico, con un equilibrio entre el juego exterior y el interior, donde saca músculo con Edy Tavares, el gigante que siempre despliega sus hélices en la pintura para generar un radio de seguridad alrededor de su aro, y el recién llegado Alex Len, un tipo con mucho oficio después de pasarse media vida en la NBA. Aunque el principal quebradero de cabeza del conjunto naranja fue el ala-pívot Trey Lyles. El cuadro taronja tomó el mando en el tránsito del primer al segundo cuarto con una buena defensa que nacía de la energía que le mete Pedro Martínez a su quinteto haciendo girar sin parar la ruleta del banquillo. Máximo esfuerzo en pocos minutos y a descansar. Así figura en su libro de estilo. Su buen trabajo lo redondeó al final del segundo cuarto Reuvers, colosal durante todo el choque, que machacó un alley-oop en la cara de Edy Tavares y le sacó, además, la tercera falta. Darius Thompson subió la apuesta con uno de esos triples que escuecen (45-38).No hay muchos pívots en Europa que puedan presumir de superar al gigante de Cabo Verde y Reuvers lo logró con una actuación definitiva en el desenlace del partido. Por fuera, Darius Thompson y Omari Moore, el elegante, el exterior de las sedosas entradas a canasta, fueron también imponiendo su juego mientras compañeros como Puerto o Pradilla hacían el trabajo sucio.El choque se fue tensando por momentos y hasta hubo algún amago de trifulca, pero el Valencia Basket no perdió el foco y siguió atosigando a Campazzo para que no se convirtiera, un día más en la Euroliga, en el microondas que acelera las remontadas del Madrid cuando parece más perdido. El equipo blanco hincó la rodilla en el Roig Arena, donde 15.000 seguidores festejaron un triunfo que siempre tiene un sabor especial.El Baskonia, por su parte, sufrió otra dolorosa derrota (114-89) en la Euroliga. Su traspié ante el Hapoel Tel Aviv, uno de los equipos más entonados de la competición, le impide seguir ascendiendo en la clasificación después de los últimos buenos resultados.

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