Alberto Posadas (Valladolid, 1967) es el compositor residente de la actual temporada de música contemporánea del Centro Nacional de Difusión Musical (CNDM). La residencia contiene presencia de Posadas en seis conciertos en el Auditorio 400 del Museo Reina Sofía de Madrid y otros tres en Alicante, Badajoz y Segovia. Contempla, además, tres encargos con sus correspondientes estrenos absolutos y tres estrenos más en España. De estas seis obras en primicia, cinco se han dado cita en el concierto de este lunes en el Auditorio 400, por lo que se trataba de una ocasión especial para acercarse a la obra de este creador vallisoletano que ha escalado importantes posiciones en el panorama internacional, pero del que nuestro país comenzaba a desconocer sustancialmente parte de su producción, de manera especial la más reciente.Más informaciónY el concierto presentaba elementos de notable interés además de lo dicho. Cuatro obras de las escuchadas tenían a la viola como protagonista de excepción. Posadas tiene entre manos un ciclo de siete obras con la viola como protagonista y el desnudo como invitado especial. Las cuatro presentadas ayer son las ya realizadas y quedan pendientes de composición las tres restantes.En este interesante ciclo, Posadas ha hecho hincapié en uno de los últimos temas que le ocupan: la relación con las artes plásticas y, en este caso concreto, con el desnudo. Así, la primera de las piezas escuchadas del ciclo (que no del concierto), se titula justamente L’origine du monde, y sitúa ante el auditor el juego de metáforas que se desprenden del celebérrimo cuadro de Courbet y su sexo femenino en primerísimo plano. La siguiente pieza del ciclo escuchada era The young violinist reflected in mirror, a partir de una fotografía de Saul Leiter en la que una joven desnuda se refleja de manera borrosa en algo que podía ser un objetivo fotográfico o una lente, esta pieza es para un dúo de violas y era uno de los estrenos mundiales. La siguiente del ciclo, de nuevo para viola sola, es Doryphóros, según la célebre estatua de Policleto. Y el ciclo concluía con el no menos célebre Desnudo bajando una escalera, de Duchamp, leído para dúo de violas, también estreno.La soprano Johanna Vargas y el contrabajista Dario Calderona, ayer en el Auditorio 400 del Museo Reina Sofía de Madrid.RAFA MARTINEs muy posible que esta descripción no aclare nada sobre la sustancia musical a quien no las haya escuchado, porque lo que le interesa a Posadas es un sofisticado juego de resonancias sonoras que parecen indagar en las profundidades de los secretos de la viola, ese instrumento antaño menospreciado, pero que tiene una juventud esplendorosa en las generaciones actuales; ese instrumento que, como la escultura de Doryphóros o cualquiera de los otros desnudos elegidos por Posadas, parecen esconder muchos más secretos de los que muestran. Es un viaje apasionante el emprendido por Posadas en esta traslación entre el cuerpo y los enigmas sonoros de un instrumento al que Posadas atribuye una gran cercanía con “la identidad humana”.Naturalmente, este desafío precisa instrumentistas tan virtuosos como cercanos a las intenciones del compositor, y ellos son Geneviève Strosser y Dimitrios Polisoidis, dos violistas que han hecho sonar magistralmente el universo sonoro de Posadas y han dictado una lección de claridad en la búsqueda de sonoridades difusas y complejas; un lujo para el compositor y para el público.Los violistas Dimitrios Polisoidis y Geneviève Strosser, ayer en el Auditorio 400 del Museo Reina Sofía de Madrid.RAFA MARTINPero el concierto contenía dos obras más, ambas para contrabajo y soprano, combinación que permitía prever resultados sonoros tan atractivos como arriesgados. Para que no hubiera peligros, se ha contado con dos solistas de alto voltaje, el contrabajista Dario Calderona y la soprano Johanna Vargas, prodigiosos en sus prestaciones en dos obras, estas sí, de diferente autoría, pero unidas por un cordón umbilical tan sugerido como discreto. La más antigua, Lotófagos, de 2006, tenía la firma del gran compositor suizo/austriaco Beat Furrer, uno de los grandes nombres del panorama actual desde hace décadas, y un amigo de España, además, que tomó un poema de José Ángel Valente para esta primorosa obra que no decepciona ni un ápice a sus admiradores entre los que me encuentro. Y, sobre esta obra insertada en el casi monográfico Posadas, este ha aportado otra que se quería como continuación de la pieza de Furrer, Palabras deshabitadas, de 2016. Dos obras, en todo caso, claramente anteriores al ciclo para viola, cuyas cuatro piezas escritas y escuchadas tiene fechas de composición entre 2021 y 2024.Un concierto, en suma, de enorme coherencia y de originalísima concepción compositiva que nos confirma que el mejor Posadas puede estar cociéndose delante de nosotros.Temporada del CNDMGeneviève Strosser, viola; Dimitrios Polisoidis, viola; Dario Calderone, contrabajo; Johanna Vargas, soprano.
Programa: Alberto Posadas, Palabras deshabitadas, L’origine du monde, The young violinist reflected in mirror; Beat Furrer, Lotófagos; Alberto Posadas, Doryphóros, Nu descendant un escalier nº 2.
Auditorio 400. Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. 7 de abril.

Alberto Posadas, un compositor de sofisticadas resonancias sonoras | Cultura
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