Este jueves, a través de sus redes sociales, el activista Bryan LeBaron criticó el actuar de la Fiscalía General de la República en el caso Teuchitlán, municipio de Jalisco donde se localizó el Rancho Izaguirre, un infame espacio en el que operó un campo de exterminio a cargo del Cártel Jalisco Nueva Generación.

Lo que hizo la FGR fue una burla al dolor de muchas familias que tienen la esperanza de encontrar un rastro de sus hijos en ese rancho. Es desolador ver a las madres llorando, rezándole al viento, imaginando que sus hijos pudieron haber estado ahí. No se sabe cuál era la intención; no había pruebas ni rastros de nada… solo muchas madres suplicando por conocer la verdad, escribió el activista originario de Chihuahua sobre la reapertura del rancho.

Tras haber sido cerrado para la investigación de la Fiscalía, la reapertura del Rancho Izaguirre sorprendió a colectivos de búsqueda y familiares de desaparecidos. Acusan que todas las pruebas fueron retiradas, dejando el predio en baldío.

Las montañas de zapatos, ropa y otros efectos personales que aparecieron en fotografías —generando indignación a nivel nacional— fueron extraídas del rancho por elementos de la FGR. Sin mayor explicación, las autoridades parecen haber “quitado la esperanza” a quienes buscan evidencia de sus seres queridos en Teuchitlán.

Durante la conferencia matutina de la presidenta Claudia Sheinbaum, el fiscal Alejandro Gertz Manero culpó a la Fiscalía de Jalisco por irregularidades en el caso Teuchitlán y les pidió entregar todos los peritajes realizados en el lugar.

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