La Corte Suprema de Justicia confirmó, con leves ajustes, las condenas de los policías involucrados en el homicidio del joven Diego Felipe Becerra, asesinado la noche del 19 de agosto de 2011 mientras pintaba grafitis con un grupo de amigos en el costado occidental del puente de la calle 116 con avenida Boyacá, en Bogotá.Cuando Becerra y sus amigos advirtieron la presencia de una patrulla, emprendieron la huida y se escondieron hacia el barrio Pontevedra.En simultáneo, el patrullero Wilmer Antonio Alarcón Vargas había sido alertado de que, por ese mismo sector, varios hombres habían robado a pasajeros de una buseta. Al percatarse de que unos adolescentes huían —sin conocer la razón— decidió perseguirlos e incluso hizo un disparo al aire para intentar detenerlos, sin éxito.A la altura de una vía cerrada, en la calle 116A con carrera 71C, Alarcón alcanzó a los jóvenes y los requisó. No encontró ningún indicio de que hubieran cometido el hurto reportado. En un descuido del uniformado, Daniel Felipe Becerra volvió a correr. El patrullero lo siguió y, a corta distancia, le disparó con su arma de dotación. Aunque el menor fue trasladado de inmediato a la Clínica Shaio, falleció poco después.Para intentar pasar su muerte como legítima, en medio de un operativo policial, en el lugar donde cayó herido el adolescente fue implantada una pistola cromada calibre 22, marca Sterling, que no estaba en el suelo ni cerca del andén donde quedó tendido.Tampoco coincidía con el arma descrita en el asalto a la buseta y, aunque era apta para disparar, no estaba en perfecto estado. La prueba de absorción atómica realizada al cuerpo del joven grafitero, además, dio negativo para residuos de disparo; en sus manos solo había restos de pintura.Tras el levantamiento del cadáver llegaron al lugar el entonces subcomandante de la Policía Metropolitana, coronel José Javier Vivas Báez, y el teniente coronel Nelson Jesús Arévalo Rodríguez, comandante de la estación E-11 de Suba. Ambos estuvieron presentes junto al patrullero Alarcón y, según la investigación, dieron su visto bueno para la “escenificación” del lugar de los hechos, pieza clave del falso positivo judicial.Por este montaje fueron investigados el subteniente Rosemberg Madrid Orozco; Jorge Eliecer Narváez; el sargento primero Juan Carlos Leal Barrero; el patrullero Wilmer Antonio Alarcón Vargas; Héctor Hernando Ruiz Echeverría (ya fallecido); el patrullero Fleyber Leandro Zarabanda Payán; el coronel José Javier Vivas Báez; Jhon Harvey Peña Riveros, y el teniente coronel Nelson Jesús Arévalo Rodríguez.Noticia en desarrollo…

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