Esta es una conmovedora historia de amor filial, de amor a las aviadoras y de amor a los aviones y al vuelo, todo combinado. Tomcat, el nuevo álbum de cómic (Norma, 2025) del dibujante francés de 45 años Romain Hugault, considerado uno de los mejores especialistas del mundo en dibujar aviones, autor de El gran duque o la serie Angel Wings (protagonizada por una aviadora), narra la historia real del reactor Grumman F-14 Tomcat que se tomó como modelo para la película de 1986 Top Gun, con Tom Cruise y Val Kilmer, y la de la piloto naval Kara Hultgreen, que murió en 1994 en un accidente a sus mandos. Hugault, que también es aviador, es un gran fan de los espectaculares F-14 que tras la película adquirieron condición de icónicos, a la altura de los Sabre F-86, los Phantom F-4, los Mig -15 o los Mirage III de Tanguy y Laverdure. “El Tomcat es para mí un avión mítico, un héroe de mi infancia, que fue sublimado en Top Gun y que marcó a todos los niños de los años ochenta”, explica a este diario Hugault. “Era un caza gigantesco y poderoso que impresionaba. Tenía un póster en mi habitación y me lo conocía de memoria”.Más informaciónEl Tomcat del álbum relata él mismo su vida desde que salió de la cadena de montaje de la fábrica Grumman de Calverton, Nueva York, en la Navidad de 1977 con el número de serie 160390 hasta su pérdida durante un aterrizaje (apontaje) en la cubierta de vuelo del portaviones USS Abraham Lincoln el 25 de octubre de 1994 frente a San Diego, California, durante los preparativos para el despliegue en el Golfo Pérsico. En esa tragedia perdió la vida, como plasman dramáticamente las viñetas, la teniente Hultgreen (1965-1994), la primera aviadora de los EE UU embarcada en portaviones y la primera piloto de caza de su país en morir al estrellarse. “Con mi guionista, Anastasia Heinzl, buscamos un ángulo distinto y original para contar esta historia que es a la vez técnica y emotiva, y optamos por esa idea de hacer hablar al propio avión y que viera pasar toda su existencia ante él en sus momentos finales. El objetivo era que los lectores se sintieran involucrados tanto con el Tomcat como con el personaje”. Una página del álbum ‘Tomcat’ de Romain Hugault.Norma EditorialSe da la circunstancia de que la propia madre de Romain Hugault, Catherine Hugault, aviadora ella misma (como lo son el padre del dibujante, el coronel Alain Hugault, y su hermano mayor, Sébastien) y presidenta del aeroclub de Cohué-Brux, falleció el 18 de noviembre de 2022 en un accidente en el municipio de Vienne (Delfinado) durante el aterrizaje de su avioneta Robin DR400-120. La desgracia, según explica su hijo, tuvo lugar una semana después de que el viñetista y su madre vieran en el cine —en su última tarde juntos— la secuela del filme de Tom Cruise, Top Gun: Maverick. Romain Hugault decidió seguir adelante con el álbum, proyectado un año antes de la muerte de su madre, que era una gran fan del trabajo de su hijo. “Fue muy duro, murió a los mandos de su avión. El cielo da mucho y a veces toma y es violento, pero eso no ha disminuido mi amor por los aviones”. ¿Le ha influido el drama personal al dibujar la historia de Kara Hultgreen? “Sí, he hablado claramente de los años ochenta y noventa que son también los de mi infancia, la pasión por los aviones, Top Gun, el Tomcat, lo que es una manera de hablar del duelo, de las mujeres piloto y de los pilotos que se estrellan y mueren. Tenía ya de antes la idea de hacer el álbum, dudé de cambiarlo todo porque la historia cuenta el accidente de Kara en el aterrizaje, y hay una similitud evidente; después decidí hacerlo lo mejor que pudiera, pensando en mamá, y como una forma de homenaje”. El álbum Tomcat sigue la carrera del avión protagonista, que incluyó formar parte de seis escuadrillas diferentes, entre ellas la VF-84, los famosos Jolly Rogers de la bandera pirata como emblema, la VF-41 de los Black Aces (el as de picas), o la VF-213 Black Lions, a la que pertenecían el aparato y Kara Hultgreen al estrellarse. Cuando estaba destacado en 1980 en el portaviones Nimitz (como recuerda el cómic), el Tomcat figuró como extra en la película de ciencia-ficción El final de la cuenta atrás, en la que los F-14, trasladados por un extraño fenómeno atmosférico a la Segunda Guerra Mundial, se enfrentaban a los Zeros japoneses, para sorpresa de estos. Pero su gran momento, como se muestra espectacularmente en las viñetas, llegó en agosto de 1981 con los Black Aces cuando llevando de piloto a Larry Muczynski (indicativo Music) y de radarista, sentado detrás, a James Anderson (Amos) fue desplegado en el Mediterráneo frente a Libia y abatió a dos cazas Mig 23 de Gadafi hostiles. El episodio figuraba como el momento culminante del filme Top Gun estrenado cinco años más tarde. El cómic de Hugault muestra cómo una jovencita Hultgreen acude a ver la película en su estreno en Austin (Texas) y, entusiasmada, decide ser ella un día Maverick, el personaje de Tom Cruise. El Tomcat del álbum de Romain Hugault en una de las viñetas que reproducen el aterrizaje en el que se mató la aviadora Kara Hultgreen.La segunda parte del álbum consiste en la historia de la vida de la joven, su formación como piloto militar, su lucha contra el sexismo y la discriminación en las fuerzas aéreas (incluido el ser víctima de abusos en una fiesta de la Armada en Las Vegas que se desmadró), y su ingreso, rompiendo no la barrera del sonido, sino la de género, en la escuela Miramar de San Diego, la misma de Top Gun, para formarse como piloto de caza de Tomcats en 1993 al aprobarse la integración de mujeres para el combate. La historia concluye cuando el Tomcat protagonista y la aviadora coinciden y emprenden su vuelo final. El 49º apontaje de Hultgreen (indicativos Hulk, por su apellido, y Revlon, por el maquillaje que usó en un programa de televisión) fue el último: el aparato se desestabilizó, falló un motor, se fue a la izquierda de la cubierta, giró sobre el ala de ese lado y cayó al mar. Hay una filmación del accidente y Hugault reproduce con escalofriante realismo el episodio en una doble página antológica. El radarista detrás de la piloto logró catapultarse bien y sobrevivió, pero ella, un instante después, salió disparada directa hacia el mar a causa del ángulo del avión y se mató instantáneamente. Uno de los dibujos más impresionantes del libro es el que muestra al Tomcat sumergiéndose hacia el abismo marino y a la aviadora en su asiento eyectado al lado con los brazos en cruz de forma similar a las alas del aparato. Una imagen digna de las crucifixiones del Harrier de Fiona Banner en la Tate Britain y del bombardero Túpolev de Francesc Torres en el MNAC. La Marina rescató 19 días después el avión, que estaba a 1.100 metros de profundidad, y el cuerpo de la aviadora, aún atado al asiento. Fue enterrada en el Cementerio Nacional de Arlington con honores militares. La aviadora estadounidense Kara Hultgreen.U.S. MilitarySurgieron críticas a la supuesta falta de cualificación de Hultgreen y su muerte fue utilizada por los que veían con malos ojos la presencia de mujeres en la aviación de combate, pero una investigación interna demostró que el accidente se debió a un fallo mecánico y no a un error de pilotaje. En las pruebas en simulador en las mismas condiciones el 97 % de los pilotos se estrellaron igual que Kara. Probablemente no se hubiera salvado ni Maverick. Hugault recuerda que la aviadora era una veterana y había pilotado aviones con reputación de difíciles.Hugault, que dibuja sus aviones con un realismo y un afinadísimo detalle técnico sensacionales (el álbum incluye unos apéndices sobre las especificaciones técnicas de los Tomcat, su historia operativa y cultural y la manera de dibujarlos), ha estado en un portaviones, el francés Charles de Gaulle. Al decirle su interlocutor que estuvo en el USS Truman en el Golfo Pérsico y aún le cuesta creerlo de lo bestia que fue la experiencia, apunta que el navío francés puede parecer “relativamente pequeño” en comparación con sus parientes de EE UU, pero que “es gracioso señalar que dada la menor longitud de la cubierta el modo de nosotros los franceses para despegar y apontar es el modo ‘emergencia’ de los estadounidenses, a los que les impresiona el talento de los pilotos franceses cuando los visitan”.Tom Cruise en un Tomcat en ‘Top Gun’ (1986).©Paramount/Courtesy Everett CollDe la dificultad de plasmar los Tomcat, el caza más voluminoso y pesado fabricado jamás en EE UU, dice que es un avión “complicado de dibujar” dado que es un aparato “proteiforme, que parece un animal”. Añade que, al ser un aparato de geometría de ala variable, cuando está volando con las alas replegadas y cuando aterriza con ellas extendidas no parece el mismo avión. “Tiene muchos volúmenes y detalles, me encanta particularmente dibujar la pátina de la pintura que, aunque sea esta gris gaviota tiene tantos retoques, manchas, rastros de uso, huellas de desgaste, que resulta un auténtico patchwork que anima la vida del avión”.

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