Aunque hace 25 años el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas adoptó la Resolución 1325 sobre la mujer, la paz y la seguridad, y hace 30 años fue adoptada la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing sobre la igualdad de la mujer, el mundo vive hoy una erosión de los derechos de las mujeres y las niñas, en un contexto de aumento de conflictos armados y de regímenes autoritarios. LEA TAMBIÉN Así lo plantea el Índice de Mujeres, Paz y Seguridad (IMPS) 2025/26, publicado a finales de octubre por el Instituto Georgetown para la Mujer, la Paz y la Seguridad (GIWPS, por sus siglas en inglés) y el Instituto de Investigación para la Paz de Oslo (Prio, por sus siglas en inglés). Desde 2017, este índice bienal clasifica a los países según la situación de las mujeres, utilizando 13 indicadores sobre distintas dimensiones de inclusión, justicia y seguridad.El Índice, que clasificó a 181 países con puntajes que van de 0 a 1 –siendo lo más cercano a 1 un mejor desempeño–, señala que, aunque en las últimas tres décadas de lucha por los derechos de las mujeres se lograron muchos avances, persisten grandes deficiencias. LEA TAMBIÉN “Mientras las guerras y los conflictos alcanzan un máximo histórico, el progreso en el estatus de las mujeres en el mundo se acerca a un mínimo histórico”, señaló la autora principal del documento, Haleema Hasan, investigadora del GIWPS.Mientras las guerras y los conflictos alcanzan un máximo histórico, el progreso en el estatus de las mujeres en el mundo se acerca a un mínimo históricoHaleema HasanInvestigadora del GIWPSSobre esto, el informe resalta que para 2024, más de 676 millones de mujeres (el 17 % de todas las mujeres del mundo) vivían a menos de 50 kilómetros de zonas de guerra, la mayor cantidad y proporción de mujeres viviendo cerca de conflictos jamás registradas, según el Prio. Los conflictos armados tienen un impacto desproporcionado en las mujeres, y además de exponerlas a violencia sexual, hambre y desplazamiento, tienen efectos más amplios en su bienestar general.“Los países que se encuentran en el quintil inferior a nivel mundial en el indicador de proximidad a conflictos también presentan un desempeño deficiente en otros indicadores. Obtienen una puntuación promedio de 1,9 sobre 4 en acceso a la justicia y tienen una tasa promedio de mortalidad materna de 226 muertes por cada 100.000 nacidos vivos, superior al promedio mundial (188 muertes). Además, la tasa de violencia política contra las mujeres en estos países (0,279 casos por cada 100.000 habitantes) triplica el promedio mundial (0,070), y poco más de un tercio (38 %) de las mujeres en estos países tiene acceso a cuentas bancarias propias”, se lee en el documento.¿Qué explica el retroceso en el estatus de las mujeres?Sobre los motivos de la erosión en el estatus de las mujeres, Hasan recalcó que uno de los grandes impulsores es el declive en la dimensión de seguridad, que incluye indicadores como violencia de pareja, proximidad de las mujeres al conflicto, violencia política y percepción de las mujeres sobre la seguridad en sus comunidades; aunque la investigadora aclaró que la desmejora en el bienestar de las mujeres no tiene una explicación unidireccional. “Creo que es una combinación de factores como la falta de seguridad de las mujeres, tanto en sus hogares como en sus comunidades; un aumento global de las reacciones violentas, como movimientos anti género o anti mujeres; y el aumento de la fragilidad y los conflictos en el mundo”, comentó.En la foto, de noviembre, un niño palestino desplazado en un campamento improvisado. Foto:EFESobre las reacciones violentas o represalias que enfrentan las mujeres hoy por hoy, el informe indica que estas pueden manifestarse como intimidación y amenazas, incluida la violencia digital, y ataques directos contra las defensoras de los derechos humanos, con un estimado de una de cada cuatro activistas de derechos humanos que denuncia haber recibido amenazas de muerte. Pero otro tipo de expresiones tiene que ver con regulaciones, como el hecho de que algunos países están aprobando leyes represivas o derogando normas que promovían la igualdad de género. “Además, si bien muchos países cuentan con leyes de igualdad de género, existen importantes deficiencias en su implementación”, se lee.Desempeño regionalDe manera general, el reporte indica que hay un estancamiento en el progreso de la situación de las mujeres y este año el valor global del índice se situó en 0.650, aunque hay diferencias entre países según su nivel de desarrollo y su nivel económico. Así, los países desarrollados obtuvieron una puntuación de 0.847, frente al 0.458 de los Estados frágiles (países clasificados por el Banco Mundial como frágiles y afectados por conflictos; entre ellos están Afganistán, Ucrania, Palestina, Venezuela, entre otros), y los países de altos ingresos marcaron 0.818, mientras que los de bajos ingresos llegaron a 0.464.En una lectura regional, el mejor desempeño lo tuvo Europa Central y Oriental y Asia Central, con un puntaje de 0.715, seguida por la región de Asia Oriental y el Pacífico (0.680), y Latinoamérica y el Caribe (0.625); los tres peores desempeños fueron los de Oriente Medio y Norte de África (0.536), el Sur de Asia (0.581) y la región del África Subsahariana (0.511). LEA TAMBIÉN Al analizar el desempeño en los distintos indicadores de cada dimensión del índice, se encontró una disparidad en los resultados. Por ejemplo, el promedio mundial del indicador de educación se sitúa en 8,4 años, pero en los países con mejor desempeño (de altos ingresos y con un índice de desarrollo humano elevado), las mujeres tienen más de 12 años de escolaridad; y en países con menor desempeño en ese indicador, como los de la región de África Subsahariana y los Estados frágiles, el promedio es de 5,3 años de escolaridad. Algo similar pasa con el indicador de empleo: el promedio mundial es del 56 % de mujeres empleadas, con un rango que va desde el 73 % para el grupo de países desarrollados hasta el 24% en la región de Oriente Medio y Norte de África. LEA TAMBIÉN En cuanto a los indicadores de seguridad, hubo leves mejoras pero en general se evidencian malas condiciones para las mujeres. “La seguridad comunitaria aumentó del 64 % a nivel mundial en la anterior medición al 66 % en la actual, pero esto aún significa que más de un tercio de las mujeres se sienten inseguras al caminar solas de noche en sus comunidades”, se lee.La violencia política mejoró mínimamente, pasando de 0,080 incidentes por cada 100.000 mujeres en el IMPS 2023/24 a 0,070 incidentes en el actual, pero en este capítulo la región de América Latina y el Caribe tuvo la tasa más alta de violencia, con 0,338 incidentes por cada 100.000 mujeres.Más de un tercio de las mujeres se sienten inseguras al caminar solas de noche en sus comunidadesÍndice de Mujeres, Paz y Seguridad 2025/26Pasando a un análisis por países, Dinamarca se situó como el Estado con mejores resultados totales, alcanzando un puntaje global de 0.939 y ubicándose de primero en el índice, seguido por Islandia (0.932), Noruega y Suecia, ambos con una puntuación de 0.924, y Finlandia (0.921). En el otro extremo, los peores resultados los tuvo Afganistán, que quedó en el puesto 181 con un puntaje de 0.279, precedido por Yemen (0.323), República Centroafricana (0.362), Siria (0.364) y Sudán (0.397).Las mujeres en Afganistán se enfrentan a múltiples violencias.  Foto:Aamir QURESHI / AFPAlgo que destacó el reporte es que este año, por primera vez, dos países de América Latina y el Caribe se ubicaron en el quintil superior del índice, se trata de Costa Rica (en el puesto 34, subiendo desde el 60) y Uruguay (en el 35, subiendo desde el 59). “Ambos países han experimentado ascensos bastante constantes en sus puntuaciones desde la publicación del índice 2017/18 (…) Sin embargo, Costa Rica y Uruguay son excepciones, ya que otros países de América Latina y el Caribe obtuvieron malos resultados en los indicadores, lo que redujo las puntuaciones regionales”, dice el informe. LEA TAMBIÉN Uno de esos países que tuvo un mal desempeño fue Colombia, que con un puntaje de 0.551 ocupó el puesto 149 de 181 y aparece en el quintil más bajo del índice. Además, estuvo también entre los Estados que más han bajado en la clasificación desde la primera vez que se publicó, en 2017, con una caída del 13,4 % en su posición.Sobre Colombia, Hasan comentó que es uno de los países que más ha disminuido en los puntajes generales, altamente impulsado por su desmejora en la dimensión de seguridad.“En el índice pasado, el de 2023, el porcentaje de mujeres en proximidad al conflicto fue del 66 %; en el índice de este año, esto subió al 93 %. Junto con eso, Colombia no ha hecho grandes mejoras en las otras dimensiones”, comentó la investigadora, quien añadió que, aunque ha habido algunas mejoras en la percepción de las mujeres sobre la seguridad en sus comunidades, ante las grandes desmejoras en otros indicadores, el puntaje global del país termina cayendo.En el índice pasado, el de 2023, el porcentaje de mujeres en proximidad al conflicto fue del 66 %; en el índice de este año, esto subió al 93 %Haleema HasanInvestigadora del GIWPSOtra perspectiva sobre la situación del país se incluyó en la publicación de octubre del WPS Conflict Tracker, un reporte mensual del GIWPS que analiza, con perspectiva de género, la dinámica de conflicto en 25 países. Ese reporte, publicado a finales de octubre, sostuvo que “el panorama político y de seguridad de Colombia se torna cada vez más precario de cara a las elecciones presidenciales de 2026, lo que pone en riesgo la seguridad y el bienestar de las mujeres y las niñas”. El mismo documento llamó la atención sobre el aumento de las tensiones entre Colombia y Estados Unidos: “Colombia es uno de los principales receptores de ayuda exterior estadounidense, y los recientes recortes ponen en peligro la implementación del acuerdo de paz de 2016 y los programas de los que dependen las mujeres y las niñas”, se lee.Jessica Anania, investigadora principal del WPS Conflict Tracker, detalló que en general han visto un aumento de la conflictividad en Colombia, particularmente en las zonas rurales y periféricas. “Estamos viendo violencia física relacionada con el conflicto armado, pero también situaciones como el confinamiento y la imposibilidad de moverse libremente, de trabajar, de acceder a servicios”, comentó, y agregó que los efectos de estas situaciones para las mujeres y las niñas son especialmente preocupantes.No todo está perdidoPese al preocupante panorama global, el Índice de Mujeres, Paz y Seguridad afirma que no todo está perdido y destaca que hay avances aún en lugares que enfrentan condiciones difíciles, como Congo y Sudán del Sur, ambos Estados frágiles, pero que lograron ubicarse entre los países que más mejoraron su puntuación en el ranquin.“Esto demuestra que incluso en las circunstancias más adversas y desafiantes, existe la posibilidad de un cambio positivo. Si las mujeres no se han rendido en esos contextos, no podemos rendirnos en los demás; incluso si los Estados frágiles están mejorando, no hay forma de que el resto de nosotros no podamos hacerlo”, comentó Hasan. LEA TAMBIÉN Además, la investigación encontró que hay sólidas correlaciones entre el desempeño de los países en el Índice de Mujeres, Paz y Seguridad y otros índices de desarrollo y paz. “Los resultados actuales indican que los países con una mayor igualdad de género tienen más probabilidades de presentar menor fragilidad, mayor paz positiva y mayor desarrollo humano y resiliencia climática. Este hallazgo refuerza nuestro énfasis en mejorar la situación de la mujer en un contexto de creciente fragilidad global”, sostiene el informe. Ante esto, Hasan enfatizó que el bienestar de las mujeres y el de las naciones están intrínsecamente ligados, por lo cual trabajar en lo primero genera resultados en lo segundo.MARÍA ISABEL ORTIZ FONNEGRARedacción DomingoEn X: @MIOF_marfon@eltiempo.com

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