En una pirueta que será complicada de repetir, el Celta llega a la novena jornada de Liga sin haber ganado todavía y fuera del descenso tras perder dos partidos y sumar siete puntos fruto de otros tantos empates. Todos a un gol. Siete 1-1 contemplan al único equipo de Primera que no ha ganado. Esta vez sumó ante la Real Sociedad, que tampoco sale de pobre, aunque al menos evita una derrota que tuvo bien cerca y que le hubiera dejado como colista. El cuadro donostiarra firma su peor inicio de temporada de la última década, equiparable al que en 2014 le costó el puesto a Jagoba Arrasate. Ahora las dudas se ciernen sobre Sergio Francisco, el entrenador promocionado desde el filial para tomar el relevo de Imanol Alguacil. Un gol de Carlos Soler casi sobre la hora puede que le haya dado una prórroga en el cargo.

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Ionut Radu, Marcos Alonso, Javi Rodríguez, Carl Starfelt, Hugo Sotelo (Carlos Domínguez, min. 45), Ilaix Moriba, Sergio Carreira, Óscar Mingueza (Javi Rueda, min. 53), Ferran Jutglà (Jones El Abdellaoui, min. 69), Borja Iglesias (Hugo Álvarez, min. 53) y Pablo Durán (Fran Beltrán, min. 84)

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Álex Remiro, Aihen Muñoz (Gonçalo Guedes, min. 66), Duje Caleta-Car, Jon Aramburu (Jon Karrikaburu, min. 75), Igor Zubeldia, Yangel Herrera (Pablo Marín, min. 56), Brais Méndez (Carlos Soler, min. 66), Sergio Gómez, Jon Gorrotxategi, Ander Barrenetxea (Arsen Zakharyan, min. 75) y Mikel Oyarzabal

Goles
1-0 min. 19: Pablo Durán. 1-1 min. 88: Carlos Soler

Arbitro Juan Martínez Munuera

Tarjetas amarillas
Carl Starfelt (min. 29), Sergio Gómez (min. 32), Zubeldia (min. 36), Yangel Herrera (min. 45), Javi Rueda (min. 56), Moriba Kourouma (min. 94)

Tarjetas rojas
Carl Starfelt (min. 45)

Todo sucedió en un duelo intenso y repleto de giros y emociones. Los partidos de fútbol cada vez se dibujan más en las pizarras y en el intenso trabajo táctico de los entrenadores, que ingenian soluciones variadas para sacar el balón de atrás y eludir la presión rival. Ahí lució la tiza de Claudio Giráldez y la pericia de su trabajadísimo equipo. El Celta abrió el partido con un gol de museo, una combinación desde atrás con apoyos pautados, triangulaciones y desbordes que culminó Mingueza con un regalo en la boca del gol para Pablo Durán. Ocurrió casi mediada la primera parte de un partido al que la Real Sociedad salió con el punto de desesperación que se le supone a un colista, y más si es un equipo que se encuentra en las catacumbas de la tabla sin estar diseñado para ello. La Real sufre y quizás lo haga porque tiene una colección de buenos futbolistas, pero no acaba de exponer el alma que le confería Imanol. Ha perdido excelentes futbolistas también, eso está claro. La Real ya no debió de irse derrotada al descanso. Pero lo hizo. Dejó pasar tres claras opciones de gol, tres testarazos, uno de Yangel Herrera y dos de Oyarzabal que no encontraron la meta cuando la tenían bien cerca. Y el Celta le golpeó en algo parecido a un jaque mate en todo aquel tablero táctico que se escenificaba sobre el césped de Balaídos. Todo cambió con una acción en el epílogo de la primera parte, un enganchón entre Starfelt y Yangel Herrera para colocarse en el área antes de un córner que defendía el Celta. Juan Martínez Munuera lo resolvió con sendas tarjetas amarillas, pero para el capitán celtiña era la segunda. El partido cambió porque Giráldez tuvo que operar sobre la alineación y cambió la piel de su equipo. En el receso dejó al mediocentro Hugo Sotelo y llamó al central Carlos Domínguez. Y de una zaga de tres hombres pasó a una de cinco porque también bajaron metros los carrileros. Un mal inicio tras el descanso le animó a profundizar en los cambios y prescindir de Mingueza y Borja Iglesias para taparse un poco más. Porque el Celta se llevó un susto al regresar de la caseta. Concedió un gol a la Real tras un error al tratar de mover en su zona defensiva, primero de Mingueza y después de Ilaix Moriba. Barrenetxea se avivó para limpiarle la pelota al canterano azulgrana y encontrar a Oyarzabal. Pero el delantero de La Roja estaba, según le explicó el árbitro de la sala de vídeo a Martínez Munuera, en un milimétrico fuera de juego cuando acabó la jugada.Las urgencias de la Real se tiñeron en el tramo final del partido de una norteña lluvia que le añadió un punto aún más épico a la escena. Sergio Francisco buscó soluciones cerca del área rival… Carlos Soler, Guedes, Marín, Zakharyan, hasta llegar a Karrikaburu, el único delantero nato del que disponía y al que puso en el campo con un cuarto de hora por jugar. Pobló las zonas de remate la Real y fue entonces el momento de Radu, el meta rumano del Celta, que se hizo gigante ante el acoso visitante en un final a cara o cruz que pudo sentenciar para los gallegos el delantero del filial El-Abdellaoui en un mano a mano ante Remiro que se le fue pegado al palo. Y al final Radu tocó el último intento de la Real, un cabezazo de Carlos Soler con más de media Real en el área local. Pero el desvío del guardameta no fue suficiente para impedir que el balón llegase a la red y todo acabase, una vez más, en un 1-1.

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