Los niños migrantes que atraviesan México en su intento por llegar a Estados Unidos sufren una “alarmante violencia”, exclusión e incertidumbre prolongada antes, durante y después de su paso por el país latinoamericano, reveló un estudio de las organizaciones Save the Children y Plan International publicado el lunes.El estudio, basado en 155 entrevistas realizadas entre noviembre de 2024 y febrero de 2025, muestra cómo quienes huyen del peligro en casa no encuentran la seguridad ni la protección internacional a la que tienen derecho, sino nuevas formas de vulnerabilidad que continúan privándolos de sus derechos.Los entrevistados tenían entre siete y 16 años y la mayoría provenía de México, Honduras y Venezuela, mientras que otros de Colombia, Guatemala y lugares más lejanos como Afganistán y Haití.El número de niños no acompañados que emprenden el viaje a través de México con la esperanza de llegar a Estados Unidos ha aumentado en los últimos años, de 69,488 en 2019 a 137,275 en 2023, impulsado por la escalada de violencia, pobreza y desplazamiento relacionado con el cambio climático.“Este estudio ha revelado que los niños migrantes no encuentran seguridad al cruzar la frontera con México; enfrentan más miedo, más espera y más pérdida de tiempo”, dijo Reena Ghelani, Directora Ejecutiva de Plan International, una organización humanitaria y de desarrollo con sede en el Reino Unido, en una nota de prensa.“Ningún niño debería encontrarse en esta situación, especialmente después de haber soportado un viaje tan peligroso para encontrar seguridad. Necesitan apoyo ahora, incluyendo protección, acceso a un refugio seguro, educación y atención de salud mental. Vemos familias tan desesperadas que los niños se ven obligados a considerar regresar a los mismos lugares de los que huyeron. Esa nunca debería ser su única opción”, agregó.Plan International y Save the Children solicitaron una respuesta inmediata y coordinada de las autoridades involucradas: fortalecer los sistemas de protección infantil en las ciudades fronterizas, garantizar un acceso inclusivo y seguro a la educación y la atención de salud mental, así como brindar alojamiento digno que priorice las necesidades de los niños, niñas y adolescentes, especialmente las menores.Recientemente, el envío de tres niños ciudadanos estadounidenses, incluyendo uno con cáncer, a Honduras junto con sus madres ha generado críticas de diversos activistas de derechos humanos, quienes sostienen que el gobierno de Donald Trump está deportando a niños sin un proceso formal, poniendo en riesgo sus vidas.

Niños migrantes no encuentran seguridad durante paso por México; “hallan más miedo”: estudio
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