Para producir un kilo de cocaína, se requieren, además de unas 12 arrobas de hoja de coca, una decena de kilos de cemento, más de 200 litros de gasolina y hasta ácido sulfúrico, soda cáustica y acetona. Un cóctel tóxico que ayuda a convertir la mata en pasta base. Sobre este eslabón del narcotráfico, el Departamento de Estado de Estados Unidos se refirió en su más reciente informe, desnudando el mercado de los precursores químicos en Colombia y llamando la atención al Gobierno por descuidar la incautación de las sustancias de uso masivo empleadas en el procesamiento.En el estudio anual sobre la Estrategia Internacional de Control de Narcóticos, la oficina encabezada por Marco Rubio resaltó los controles que tiene el Gobierno colombiano sobre las sustancias químicas para la elaboración de cocaína.Uno de los laboratorios destruidos. Foto:CortesíaSin embargo, pese a las talanqueras, expuso que “los traficantes siguen importándolas ilícitamente y construyendo laboratorios ilícitos para producirlas”. Para la muestra, en Argelia, Cauca, uno de los enclaves cocaleros del país y escenario actual de la Operación Perseo, hay 19 bombas de gasolina para menos de 30.000 habitantes. Un panorama que, según las autoridades, refleja el desvío de esta sustancia hacia las cocinas de los ‘narcos’.Pese a estar plenamente identificados sus usos ilícitos, el Departamento de Estado aseguró que durante 2024 “las incautaciones de sustancias de uso masivo, como la gasolina y el cemento, utilizadas en la producción de estupefacientes y que constituían la mayor parte de las incautaciones totales de precursores químicos, bajó. El Gobierno colombiano se centró en cambio en otro tipo de componentes “esenciales” como el ácido sulfúrico”. Desde 2015, el Estado ha regulado los precursores utilizados en la producción de drogas a través del Sistema de Información para el Control de Sustancias y Productos Químicos, una herramienta desarrollada por el Ministerio de Justicia para monitorear las cantidades, los permisos y su comercialización.Asimismo, se ha capacitado a las empresas que utilizan estos materiales para garantizar su correcto uso y evitar su desvío a mercados ilícitos. Por ejemplo, no están autorizadas a exportar efedrina o pseudoefedrina a granel.Legalmente, el Gobierno tiene la facultad de limitar la producción, distribución y almacenamiento de precursores en todo el país, así como prohibir la venta de gasolina y otras sustancias de uso masivo en ciertas zonas. De hecho, en el marco de la conmoción interior decretada en el Catatumbo, se restringió la comercialización de gasolina en las estaciones de servicio como medida para combatir los cultivos ilícitos en una de las regiones con mayor número de hectáreas sembradas (43.000).En los laboratorios clandestinos se pueden procesar 2.000 kilos del alcaloide al mes. Foto:Ejército de Colombia.Las incautacionesDe acuerdo con el Departamento de Estado, desde enero a septiembre de 2024, la Fuerza Pública incautó 3.046 toneladas métricas (TM) de precursores sólidos y 4.738.178 galones de precursores líquidos. Las incautaciones durante los nueve primeros meses de 2024 registraron cifras fluctuantes con respecto a los decomisos durante el mismo periodo del año anterior. Se confiscaron 182.696 galones de acetona (-16%), 18.503 galones de ácido clorhídrico (-31%), 118 toneladas de hidróxido de sodio (+33%), 193 toneladas de permanganato de potasio (+83%) y 139.841 galones de ácido sulfúrico (+268%).El estudio resaltó la operación binacional en la que, en Cartagena, se logró incautar un total de 89.500 galones de ácido sulfúrico,  “suficiente para producir aproximadamente la mitad de la producción anual de cocaína de Colombia (26.664 toneladas)”. Aún así, estos esfuerzos se quedan cortos ante las artimañas usadas por el narcotráfico para seguir operando a todo vapor los laboratorios clandestinos.”En diciembre de 2024, Estados Unidos y las Naciones Unidas pusieron en marcha un programa para ayudar a los procesos técnicos del gobierno colombiano en la identificación, manipulación segura, gestión y eliminación adecuada de precursores químicos. Aunque el gobierno colombiano ha reforzado la legislación sobre control de sustancias químicas y realiza incautaciones, los traficantes importan precursores clandestinamente a Colombia”, aseguró el Departamento de Estado en el informe. En este documento también se da cuenta cómo los ‘narcos’ reciclan sustancias químicas controladas y son cada vez más hábiles para jugar con la tabla periódica y sustituirlas por sustancias químicas no controladas.Canciller pide ante la ONU retirar la hoja de coca Foto:”Los agentes especiales estadounidenses, los analistas de inteligencia y sus homólogos colombianos trabajan en conjunto con sus colegas ecuatorianos para interceptar estos productos químicos en tránsito. De este modo, se impide que las organizaciones de traficantes y los grupos armados accedan a los recursos financieros necesarios para expandirse, adquirir armas ilegales y perpetrar atentados contra el gobierno y la población”, agregó el gobierno norteamericano. Sara Valentina Quevedo DelgadoRedacción Justicia

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