La investigación por el atentado armado contra el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay entró en una fase decisiva. Así lo confirmó en primicia a EL TIEMPO el director de la Policía Nacional, general Carlos Fernando Triana, quien reveló que faltan por capturar al menos dos personas clave dentro del caso, con información que apunta a un posible vínculo con la estructura Teófilo Forero, brazo armado de las disidencias de la Segunda Marquetalia.“Nos estamos acercando de forma profunda a identificar al determinador del atentado”, aseguró el alto oficial en conversación con este diario.Desde el 7 de junio, día en que ocurrió el atentado, las autoridades han realizado más de 248 actividades judiciales —entre ellas allanamientos, análisis de cámaras, entrevistas y labores de inteligencia con apoyo internacional— que han permitido identificar a los seis implicados ya capturados o procesados.Así va el proceso con los capturadosCada uno de ellos, según las pruebas recolectadas, cumplía una función específica. Por ejemplo, alias Gabriela, una joven de 19 años, fue señalada como la persona que transportó el arma utilizada en el ataque y verificó la zona, antes de ser enviada a Florencia (Caquetá) para esconderse y, posiblemente, recibir instrucción por parte de estructuras criminales.Según la investigación, Gabriela habría sido enviada precisamente a un sector donde delinque la Teófilo Forero, lo cual refuerza la hipótesis de que esta disidencia tendría nexos directos con los autores del atentado.“La instrucción era que llegara al Caquetá para recibir entrenamiento y protección. Esa zona está dominada por esa organización armada”, confirmó el general Triana.El general señaló que la investigación, liderada por la Fiscalía y apoyada por agencias internacionales, ha avanzado “de forma juiciosa y rigurosa” hasta acercarse no solo a los autores materiales, sino también al autor intelectual del atentado.“Hay un hilo conductor claro. Nos faltan unos dos por capturar, pero los tenemos plenamente ubicados. Vamos a llegar hasta la última consecuencia”, dijo.Aunque por razones de seguridad y sigilo del caso no se han revelado nombres ni ubicaciones, EL TIEMPO pudo establecer que los investigadores trabajan sobre una línea de mando criminal que podría conectar al menos tres regiones del país, entre ellas Bogotá, Caquetá y Meta.Las capturas previas han sido clave para reconstruir los hechos: desde el joven que habría transportado al presunto sicario, hasta alias El Costeño, considerado uno de los cerebros logísticos detrás del ataque, con antecedentes por varios homicidios y vínculos con organizaciones armadas ilegales.La planificación previa del atentadoAdemás de los autores materiales, la Policía tiene como prioridad ubicar a los posibles financiadores, facilitadores y planificadores del crimen. La teoría del caso establece que el atentado no fue un acto aislado, sino una operación criminal estructurada con planificación previa y participación de múltiples actores.“Seguimos de forma muy detallada en el camino hacia la captura de los determinadores del atentado. No es solo una prioridad institucional, sino una obligación con la democracia”, indicó Triana.La comunidad, según reveló el general, ha sido clave con sus denuncias e información confidencial. También lo ha sido la tecnología: análisis forenses, seguimiento de comunicaciones y rastreos de desplazamientos han sido fundamentales para las detenciones.

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