El avance hacia una sociedad sin efectivo parece cada vez más cercano en Europa, donde el Banco Central Europeo (BCE) está ultimando los detalles para la implantación del euro digital, un proyecto que podría transformar radicalmente el panorama financiero del continente.
La presidenta del BCE, Christine Lagarde, ha anunciado que el organismo trabaja a contrarreloj para hacer realidad esta moneda virtual antes de octubre de 2025, una fecha que marca un ambicioso plazo para modernizar los pagos y reforzar la autonomía financiera de la Unión Europea (UE).
Sin embargo, este paso hacia el futuro no está exento de controversias: mientras las autoridades destacan sus beneficios, crece el escepticismo entre ciudadanos y expertos, que temen una pérdida de privacidad y un mayor control sobre las finanzas personales.Noticias Relacionadas
El euro digital no será una criptomoneda como Bitcoin, sino una versión virtual del dinero en efectivo, respaldada y gestionada directamente por el BCE. Permitirá a los ciudadanos realizar pagos rápidos y sin intermediarios a través de monederos digitales en móviles o tarjetas recargables.
Según el BCE, esta iniciativa busca complementar las formas de pago existentes, no sustituirlas, ofreciendo una alternativa eficiente y segura. Sin embargo, la posibilidad de que termine reemplazando al efectivo genera dudas.
Expresan inquietudes hacia el euro digital
Advierten que propiciaría un control de la economía por parte del Estado. Foto: Creada con Grok AI
En países como Alemania, casi la mitad de la población desconfía de esta moneda digital, y en España las preocupaciones son similares.
Uno de los aspectos más debatidos es el límite propuesto de 3,000 euros por usuario en los monederos digitales, una medida pensada para evitar que los bancos tradicionales pierdan depósitos y, con ello, su capacidad de otorgar créditos.
Para algunos expertos, esto podría ser el primer paso hacia un control progresivo de la economía por parte del BCE. Además, la eliminación del anonimato que ofrece el efectivo plantea serias inquietudes.
En 2022, Lagarde afirmó que “el anonimato total no es una opción viable” para el euro digital, una declaración que ha avivado los temores sobre la vigilancia de las transacciones por parte de gobiernos y autoridades monetarias.
Banco Central apresura su implementación
Buscan fortalecer la economía europea con esta moneda digital. Foto: Gemini
El impulso del euro digital cobró fuerza tras la reunión del BCE el pasado 6 de marzo, cuando Lagarde defendió la urgencia del proyecto en una rueda de prensa.
“Estamos acelerando el ritmo para trabajar con todas las partes interesadas: el Parlamento Europeo, el Consejo Europeo y la Comisión Europea”, afirmó, subrayando que la fecha límite de octubre de 2025 depende de que se complete el proceso legislativo.
La banquera también destacó la relevancia del euro digital frente a las críticas de países como Estados Unidos, donde el presidente Donald Trump ha rechazado un dólar digital. Para Lagarde, esta moneda es “crucial” para fortalecer la independencia financiera de la UE ante gigantes tecnológicos y sistemas de pago extranjeros.
Aunque el BCE insiste en que el euro digital coexistirá con el dinero físico y promete un diseño que respete la privacidad, las dudas persisten, por ejemplo, acerca de qué ocurriría en caso de fallos tecnológicos o emergencias nacionales o quién garantiza que los datos de las transacciones no serán utilizados por los Estados.
Para muchos, el efectivo sigue ofreciendo libertad y seguridad que no debería desaparecer, por lo que aunque el euro digital promete modernidad, su llegada podría cambiar para siempre nuestra relación con el dinero.