Gran expectación en Almendralejo en la esperada reaparición, 210 días después de su retirada, de Morante de la Puebla, en una tarde en la que el sevillano dio una de cal y otra de arena, con dos orejas en su primero, que le valieron la puerta grande junto a Borja Jiménez y Emilio de Justo, con tres y dos apéndices, respectivamente, informa Antonio Castañares.La corrida comenzó con retraso pues el gentío tardaba en ocupar sus localidades, tras lo que llegó el paseíllo, roto con la ovación de gala para Morante, que la recogió en el tercio e invitó a sus compañeros a compartirla con él.Tenían por delante una corrida de Juan Pedro Domecq, de correcta presentación pero un punto desigual de hechuras. También lo fue de comportamiento dentro de un tono casi general de manejabilidad, con la salvedad del cuarto.El primer toro era un bonito jabonero al que recibió el de la Puebla a pies juntos. Morante, como hace siempre, lo enseñaba a embestir en los primeros lances e inmediatamente brotaron las verónicas cadenciosas, embraguetado el torero, que jugaba la cintura y lanceaba con suavidad.Al animal le costaba desplazarse y Morante lo vio. Lo aliviaba en el inicio de faena, hermosos los dos ayudados, el natural y el molinete. A modo, Morante lo enganchaba con la muleta retrasada, primero al natural y avanzada la faena en redondo con la diestra. Suavidad al correr la mano, y regusto al componer, la faena, llena de detalles, fue un compendio del toreo del sevillano. Dos orejas.Ante el cuarto, Morante dejó claro que no le gustó ya de salida ese toro en los lances de recibo, porque el astado no se iba del capote. Dos puyazos excesivos, y pronto, llevando ya la espada de matar, se limitó a tocarle las orejas y fue abroncado por el público.Buena la tarde de Emilio de Justo; cortó una oreja a su primero, y a porta gayola recibió al quinto. Ese fue el mejor toro del encierro, bravo y enclasado, al que se le dio la vuelta al ruedo en el arrastre. Manejó mal la espada el torero y paseó otro apéndice.En el lote de Borja Jiménez entró un primer toro de embestida rebrincada, al que faltaba final. Faena de muchos pases y poca enjundia, que le valieron una oreja. El sexto fue un manso que rompió a bueno en la muleta, al que el sevillano le hizo una faena larga en la que hubo quietud, temple y ligazón, y consiguió dos orejas.Domecq/Morante, De Justo, JiménezToros de Juan Pedro Domecq, de correcta presentación y manejables. Noble pero justo de transmisión el primero; se movió sin entrega el segundo; iba y venía sin buen final el tercero. El cuarto iba al bulto y sin recorrido; bravo y enclasado el quinto, al que se le dio la vuelta al ruedo; manso que rompió a bueno el sexto.
Morante de la Puebla: estocada (dos orejas); dos pinchazos, media y descabello (bronca).
Emilio de Justo: pinchazo y estocada (oreja); pinchazo, pinchazo hondo y tres descabellos (oreja).
Borja Jimenez: bajonazo (oreja); pinchazo y estocada desprendida (dos orejas).
Plaza de Almendralejo (Badajoz). 29 de marzo. Lleno.

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