El Juzgado de Instrucción de Briviesca (Burgos) ha establecido el desahucio de las monjas cismáticas del monasterio burgalés para el próximo 10 de junio. La resolución judicial llega después de meses de pugna entre el Arzobispado de Burgos y un grupo de religiosas rebeldes que han roto con la línea de la fe de El Vaticano y han abrazado tesis alternativas consideradas como sectarias por la Santa Sede. El Arzobispado ha insistido en que las cinco monjas que no se han unido a esa postura alternativa sí podrán mantenerse en las instalaciones, no así el grupo que ha desafiado a la Iglesia. Varias de ellas siguen viviendo allí y en las últimas semanas han abierto un restaurante en Asturias.El dictamen judicial establece el 10 de junio como día definitivo para el lanzamiento de las exreligiosas, según ha difundido el Arzobispado en un comunicado. La diligencia remitida a las partes recoge que el 13 de marzo están convocadas para una vista previa en busca de un posible entendimiento, algo que apenas ha existido desde que hace unos meses parte de esa comunidad religiosa abrazara tesis alternativas a las del papa Francisco y se uniera al pensamiento de falsos obispos. De no producirse acuerdos en esa fecha previa, el 10 de junio se produciría el desalojo de las mujeres que siguen habitando ese monasterio, donde eran conocidas antes de este cisma por su repostería.“Este procedimiento no afecta a las cinco monjas que no han participado del cisma, y que conforman actualmente la comunidad monástica de Belorado”, ha informado el Arzobispado, pues contra ellas no hay ningún procedimiento abierto. “Estas religiosas, dada su avanzada edad y delicado estado de salud, han sido desde el primer momento objeto de especial preocupación por parte del Comisario Pontificio y la Comisión Gestora. La atención y cuidados que precisan serán inmediatamente asumidos por la Federación de Clarisas Nuestra Señora de Aránzazu, a la que pertenecen, tan pronto como sea posible acceder al monasterio”, ha detallado la institución religiosa burgalesa.Fachada del convento de Belorado en junio de 2024.Iratxe Rodríguez (EFE)Esta notificación del juzgado de Briviesca, que se ha encargado de este caso desde que las monjas cismáticas iniciaran su ruptura con el posicionamiento de las demás congregaciones, abre una nueva etapa en el enfrentamiento entre esta comunidad católica. Las monjas, Hermanas Pobres de Santa Clara, han reiterado sus críticas contra El Vaticano desde que hace casi un año anunciaran su ruptura unilateral y se pusieran a disposición de un falso obispo, excomulgado por la Iglesia católica oficial: Pablo de Rojas. Este fue visto en el monasterio y, ante su categoría de expulsado del clero, el Arzobispado denunció que se incumplían las normativas religiosas que rigen espacios como estos. Las investigaciones posteriores y las revelaciones del propio Arzobispado han destacado los problemas económicos y deudas adquiridas por la comunidad religiosa, que ante estos aprietos en las últimas semanas han abierto un restaurante en Arriondas (Asturias), donde se han especializado en el menú del día y han recibido una amplia afluencia de clientes atraídos por su popularidad adquirida desde que trascendió el caso.

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