Un experimento muestra que las moléculas orgánicas necesarias para la vida pueden surgir en el espacio y viajar desde ahí a planetas como la TierraUn reciente estudio refuerza la idea de que los componentes esenciales para la vida podrían haberse originado en el espacio. Científicos lograron recrear en laboratorio condiciones similares a las del espacio profundo, como las que se dan en nubes moleculares interestelares, y produjeron moléculas clave del ciclo de Krebs, fundamental en el metabolismo celular. Este hallazgo, junto con el descubrimiento previo de compuestos orgánicos en meteoritos como el Murchison y en el asteroide Ryugu, apoya la teoría de la panspermia: la vida, o sus ingredientes básicos, podrían haber llegado a la Tierra a bordo de cometas o asteroides. La presencia de estas moléculas en el cosmos sugiere que la vida podría no ser exclusiva de nuestro planeta. Aunque aún no hay pruebas de vida extraterrestre, ni siquiera microbiana, el universo parece cada vez menos solitario.Sobre la firmaVer biografíaDaniel Mediavilla es cofundador de Materia, la sección de Ciencia de EL PAÍS. Antes trabajó en ABC y en Público. Para descansar del periodismo, ha escrito discursos. Le interesa el poder de la ciencia y, cada vez más, sus límites.Normas ›Más informaciónArchivado EnSi está interesado en licenciar este contenido, pinche aquí

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